Germán Denis llegó a Universitario de Deportes y ya marcó tres goles en siete partidos. (USI)
Germán Denis llegó a Universitario de Deportes y ya marcó tres goles en siete partidos. (USI)
Ricardo Montoya

Ya traspuso definitivamente la frontera. Ese hilo imaginario, tan difícil de cruzar, que divide al jugador ordinario o cumplidor, de ese otro que va y de arranque conquista una tribuna. A ‘El Tanque’, le han bastado menos de 10 partidos para robarle el corazón al pueblo crema. Argentino, de 37 años y ex goleador en el Calcio, Denis es un oasis dentro de un plantel donde no abunda el agua. Los días que se avecinan comprobarán si el ‘affaire’ entre el delantero y la gente cobra la fuerza de los amores longevos. Por lo pronto, mañana va a jugar su primer clásico en Matute, con la expectativa de añadirle más éxitos a su breve pero feliz historia
con los merengues.

Edad de “grande”, pero fútbol de “joven”. Ese es, quizás, el principal atributo de Denis jugando por la ‘U’. No se trata ya del máximo goleador de Independiente en un torneo corto, ni del explosivo delantero del Atalanta de Bergamo. No. El tiempo que le ha restado velocidad a sus piernas le ha obsequiado de forma compensatoria una sabiduría futbolística admirable y una renovada pasión por el deporte que ama.

El escaladense ha aprendido a jugar en función de equipo y a priorizar lo táctico por sobre su producción goleadora. Los tantos que ha convertido, que no son pocos (lleva cinco en los últimos seis encuentros), han llegado como parte de la propuesta del equipo, y no como actos de inspiración solitaria. Denis ha sintonizado rápidamente con la hinchada porque ha entendido la grandeza de un club que admira a los futbolistas técnicos, pero que idolatra a los que son solidarios y exhiben vergüenza deportiva.

Por eso Germán, “carranzísticamente”, se arroja al piso y pone la cara para marcar al rival si es necesario. ‘El Tanque’ sabe aguantar de espaldas; repliega cuando tiene que hacerlo; genera faltas y, sin ser un virtuoso, es muy difícil despojarlo del balón. Su trabajo, el martes pasado, desgastando a toda la retaguardia rimense, fue un manual de todo lo que debiera hacer un delantero cuando se le abandona solo en el ataque.

Por si fuera poco, en un plantel en que los llamados a ser referentes andan atribulados, como Rodríguez por sus constantes lesiones, o como Fernández por su volubilidad bajo los palos, o como su ex compañero Vargas de Colón por un rendimiento acorde con su sobrepeso, Denis se ha convertido en un líder para el grupo. Es común verlo dando indicaciones en el campo y, también, siendo el interlocutor de los once cremas con el árbitro en la cancha.

También está la cuestión de piel. Hay jugadores hechos para algunas instituciones y viceversa. Parece que este es el caso. Como bien afirmaba Eduardo Combe en las redes sociales “No sé si con mucho o poco, pero Germán Denis terminará siendo de esos delanteros que los hinchas de la ‘U’ recordarán por muchos años”.

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