Bombardas en el fútbol peruano ya cobraron víctimas [VIDEO]

El Alianza Lima - Universitario de Deportes, por la edición 350 del clásico del fútbol peruano, del pasado viernes tuvo que suspenderse debido a la detonación de una bombarda. El compromiso se llevó a cabo en el estadio Alejandro Villanueva, conocido popularmente como Matute. El juez principal, Henry Gambetta, dio por finalizada todas las acciones en el minuto 49 del segundo tiempo.

El comisario del partido ya había avisado por los parlantes que si explotaba una bombarda más, el clásico se suspendería. Los hinchas de Alianza Lima hicieron caso omiso a lo señalado.

Esta no es la primera vez que un partido en el Perú es suspendido por pirotécnicos. En el pasado, otros casos no solo acarrearon consecuencias deportivas sino verdaderas tragedias, en las que la muerte fue protagonista. A continuación recordamos algunas situaciones similares. 

1. Primera suspensión del 2016

El Real Garcilaso - Universitario de Deportes de la octava fecha del Torneo Apertura tuvo que suspenderse debido a la detonación de tres bombardas. El encuentro se disputó en el escenario cusqueño, siendo finalizado por el árbitro Víctor Hugo Carrillo cuando se jugaba el minuto 15 del primer tiempo.

El encuentro en Cusco transcurría con normalidad hasta los 13'. En ese momento, el juez paralizó las acciones para conversar con el comisario del cotejo, Alberto Castillo. Tras el intercambio de palabras, por los parlantes del estadio se pidió la colaboración del público. Sin embargo, tres minutos más tarde, una tercera bombarda detonó desde la tribuna norte, hecho con el que Carrillo finalizó el cotejo entre Real Garcilaso y Universitario de Deportes.

2. Título accidentado

El caso más reciente se dio en agosto del año pasado en el Monumental. Universitario de Deportes recibió a Sporting Cristal, con la necesidad de ganar para evitar que los celestes den la vuelta olímpica. El resultado final fue empate 0-0, dándole el título del Torneo Apertura al equipo de Daniel Ahmed. Sin embargo, a los 15' del complemento el cotejo fue suspendido por una bombardas. Posteriormente, se reiniciaron las acciones y el escenario de Ate fue cerrado castigado.    

3. Bengala de la muerte

El domingo 2 de abril del 2000, una bengala lanzada desde la tribuna oriente del Estadio Nacional le quitó la vida a José Mayta Torres, conocido también como 'Pepito', un niño con problemas mentales e hijo de una vendedora de golosinas. El objeto se le clavó en un ojo. Los hechos ocurrieron durante el partido entre Universitario y Unión Minas. El culpable, Sergio Encinas, fue sentenciado a 3 años de prisión, pero la condena nunca se cumplió. 

4. Eliminación con suspensión

Alianza Lima terminó de la peor manera posible su participación en la Copa Sudamericana 2014. El duelo ante Barcelona de Guayaquil tuvo que acabarse antes del tiempo dado por al árbitro Ímer Machado debido a las bengalas que cayeron al campo del estadio Alejandro Villanueva.

Al inicio de la segunda mitad y al minuto 80, barristas aliancistas lanzaron bengalas a la cancha y provocaron que el juez diera pausa al encuentro mientras el humo se dispersaba. A pesar de la advertencia, los hechos se repitieron obligando a que el cotejo se termine antes de los 5 minutos extras. Por estos actos, los blanquiazules tuvieron que jugar sin público contra Huracán en la fase previa de la Copa Libertadores 2015.

5. Tragedia en el Estadio Nacional

En este caso no hubo bombardas ni bengalas, pero sí otro tipo de proyectiles. El 24 mayo de 1964, más de 300 peruanos perdieron la vida en el Estadio Nacional. En aquella oportunidad las selecciones sub-20 de Perú y Argentina se dieron cita en el primer coloso deportivo del país. Disputaban el pase a los Juegos Olímpicos de Tokio 64. La bicolor iba perdiendo 1-0 y Perú empató, pero el árbitro anuló la jugada.

La decisión generó la molestia excesiva de la tribuna y hubo disturbios, en los que destaca el ingreso a la cancha del denominado "Negro bomba", quien intentó golpear al árbitro. Ante el alboroto del público, la policía lanzó bombas lacrimógenas a las tribunas y los asistentes al partido se desesperaron por salir, lo que provocó la muerte de más de 300 personas que fallecieron aplastadas contra las puertas de salida o por caídas desde las escaleras.

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