“Con Cristal ya en piloto automático, tanto Alianza como la ‘U’ necesitan una varita mágica para ser candidatos en el Clausura“. (Foto: USI)
“Con Cristal ya en piloto automático, tanto Alianza como la ‘U’ necesitan una varita mágica para ser candidatos en el Clausura“. (Foto: USI)
Guillermo Oshiro Uchima

Aunque en el fútbol las verdades absolutas solo tienen vigencia hasta el siguiente partido –la dictadura del resultado manda–, el pronóstico de Julio César Uribe esta semana en Fox Sports Radio no resulta temerario. “Cristal va a ser campeón, lo dije hace tres semanas”, señaló el ‘Diamante’ despojado de todo tipo de dudas. Para él un grande no se cae así nomás, por ello estima que la definición del título del Apertura ya se decantó a favor de los rimenses a 90 minutos de su conclusión (siempre y cuando Alianza gane mañana a UTC y estire la emoción hasta el domingo).


Para Uribe los dos empates seguidos de Cristal –ante Huancayo en casa y Binacional en Moquegua– son pequeños grises que no nublan la claridad de un equipo con ideas bien incorporadas y que ha dado muestras de su gran capacidad ofensiva. Razón tiene. Si uno repasa sus estadísticas, solo queda aplaudir por su tremenda efectividad: 17 triunfos (sin contar el WO ante UTC), 8 empates y solo 2 derrotas. Además es el más goleador (64 goles) y el que menos tantos concedió (21). Todo ello respaldado por la conquista del Torneo de Verano y una importante regularidad que lo coloca a un paso del segundo título del año. Estos números son la consecuencia lógica de lo que se ve en el campo: un once que impone el ritmo y las condiciones del juego, que domina el partido.


No es osado concordar entonces con el ‘Diamante’ y decir que el equipo de Salas es el mejor del Descentralizado. Con o sin el título del Apertura, este argumento se sustenta solo.


A la espera de un milagro impensado a estas alturas, Alianza debe replantear su apuesta. Tras ocho meses Bengoechea no logra la solidez que lo llevó a coronarse la temporada pasada. El cuadro íntimo no solo adolece de variantes ofensivas que lo acerquen al triunfo, sino tampoco logra definir su identidad de juego. Sufre también en defensa y no es novedad que Butrón sea su figura siempre. Tampoco tiene un once base reconocido, y ahí influye la rotación a la que recurre continuamente el técnico uruguayo. La idea es que esa práctica genere mayor competencia en el plantel. Sin embargo, en Matute parece tener un efecto inverso: no existe la continuidad de un once que logre automatismos en plena competencia. Por ende, la pregunta que se hacen los hinchas es a qué juega su equipo. Y acá no hablamos de gustos ni estilos. Solo de la sincronización de movimientos y entendimiento de un conjunto en la cancha.


Por último, la ‘U’ se aferra a sus nuevos refuerzos para solucionar su crisis deportiva. Pero, sin dudas, el mejor jale que tendrá el chileno Córdova será el recuperado Quintero. Sin ser Messi, el panameño le da velocidad y desequilibrio en ataque. Ofrece otro aire y la profundidad que le falta a los cremas. Será el socio que no tiene Manicero. Su retorno augura mejores tiempos, aunque queda clarísimo que la ‘U’ deberá solucionar más de un problema de acople entre línea y línea. El bloque defensivo debe ganar en seguridad, encontrar centrales más fiables que no regalen los metros que dejan Figueras y Páucar a sus espaldas. Ello genera que, sin el apoyo de los laterales en las coberturas, queden demasiado expuestos.


Con Cristal ya en piloto automático, tanto Alianza como la ‘U’ necesitan una varita mágica para ser candidatos en el Clausura.

Contenido sugerido

Contenido GEC