La selección peruana de fútbol femenino jugará cuatro amistosos previos a su participación en los juegos Panamericanos Lima 2019. (Foto: El Comercio)
La selección peruana de fútbol femenino jugará cuatro amistosos previos a su participación en los juegos Panamericanos Lima 2019. (Foto: El Comercio)
Redacción DT

Por Marco Quilca León

¿Sabes cuándo volverá a jugar amistosos la selección peruana dirigida por Ricardo Gareca?

Sí. Será en junio ante Costa Rica y Colombia, si no me equivoco.
Y, ¿Sabías que esta semana la selección peruana de fútbol femenino disputó dos amistosos ante Colombia?
No. La verdad es que no estaba enterado.

Tras una breve consulta a un grupo de personas, la conclusión es que las dos respuestas son la radiografía del hincha peruano promedio. Ese que, gracias a la información que se da en los diarios deportivos, está enterado sobre el equipo de Ricardo Gareca y sabe de memoria el equipo titular, pero desconoce que existe una selección de fútbol femenino.

“Nunca he visto un partido de fútbol femenino con estadio lleno. Incluso, en la mayoría de casos jugamos en complejos deportivos con capacidad para 300 personas, de las cuales solo van 80 y eso que estoy exagerando”. En pocas palabras, Nahomi Martínez, una de las mejores futbolistas que hay en nuestro país, describe la situación en la que se encuentra el fútbol femenino.

“Yo jugué un tiempo en Ecuador y ahí sí había concurrencia de gente y el fútbol femenino era más descentralizado, más profesional”, añade la que lleva la ‘10’ en la Bicolor.

Para Sandy Dorador, delantera de Sporting Cristal y una de las más experimentadas del equipo nacional, jugar con público sería como un sueño. Más aún que los hinchas celebren sus goles. “Ojalá que nos apoyen en los Panamericanos, nos estamos esforzando mucho, dejando todo en cada entrenamiento”, dice.

El elenco femenino ha jugado dos amistosos oficiales ante Colombia esta semana. El primero en la Videna el jueves pasado en la que perdió por 2-1, pero mostró grandes avances. Y el segundo el domingo en el estadio San Marcos (también con derrota, aunque esta vez por 4-0), lugar donde la Selección Sub 17 de varones dirigida por Carlos Silvestri disputa el Sudamericano a estadio lleno. En cambio, ambos encuentros fueron a puertas cerradas.

Sisy Quiroz, jefa de la División Femenina, nos explica el porqué de dicha decisión: “En la Videna no se puede jugar con público porque las canchas de la Federación no están habilitadas que eso se dé. Nos hubiera gustado jugar con hinchada en la San Marcos, pero por temas de garantías de seguridad no fue así”.

-Contexto difícil-

El solo hecho de que una mujer opte por el fútbol, calificado erróneamente por muchos como el “deporte de los hombres”, es como llevar una cruz en la espalda.

“Cuando empecé a jugar tenía seis años y ahí todo bien. Cuando fui creciendo, empezaron los insultos. A veces cuando jugaba en el parque gritaban que las mujeres servían para estar en la cocina. Ahora ha cambiado un poco”, cuenta María José López o “Maca”, como la conocen. Su pasión por el fútbol es tanto que decidió estudiar periodismo deportivo para siempre estar cerca de un campo.

A la discriminación de algunos se suma que el fútbol femenino en el Perú no es profesional. Por ello, los sueldos son demasiado bajos. Según un informe de El Comercio, un salario de una futbolista está entre 400 y 930 soles.

Nahomi se encargó de corroborar dicha información: “Yo, en Sporting Cristal, recibo 930 soles. De las 28 chicas que estamos en la selección, exagerando, solo 15 reciben el sueldo mínimo. Yo con lo que gano pago mi universidad (estudia psicología deportiva), que es cerca de 600 soles, ya que tengo una beca. Lo que me sobra es para mis pasajes. Gracias a Dios mi familia me apoya”.

Doriva Bueno, técnico brasileño ganador de dos sudamericanos con la selección sub 20 de Brasil y ahora entrenador del equipo femenino nacional, hace la comparación entre el fútbol aquí y en su país dejando unas declaraciones sumamente preocupantes.

“En Brasil, una futbolista debe ganar, en relación a soles, entre 3 mil o 4 mil soles. No tienen la necesidad de trabajar. Incluso, cuando son llamadas a la selección, ellas tienen un incentivo de 250 soles diarios”, señaló.

El mismo hecho de que en el Perú las futbolistas ganen poco, hace que el director técnico, que llegó en noviembre a nuestro país en busca de aportar en el progreso de este deporte, tenga dificultades para trabajar. En la primera convocatoria que hizo –recuerda- llamó a 24 jugadores, pero solo asistieron 15. ¿El motivo? Algunas no llegaban porque salían tarde de su trabajo y otras no tenían plata para llegar. “Allí me senté con la coordinación del departamento femenino y dije que las chicas necesitaban al menos pasajes para que puedan llegar a entrenar”, dijo el ‘profe’ Doriva, que se ha ganado el cariño de sus dirigidas.

-Cambios para bien-

Cuando Sisy Quiroz asumió la División Femenina soñó con ayudar a cambiar el fútbol femenino. Y los pasos se están dando. Con dificultades, pero se están dando.

Quiroz, junto a los que conforman el departamento de la Federación Peruana de Fútbol Femenino (comando técnico, nutricionista, prensa y las propias jugadoras) trabajan en conjunto para lograr profesionalizar el deporte. Saben que los Juegos Panamericanos Lima 2019 pueden ser una vitrina para que las vean con otros ojos.

“No saben el sacrificio que estamos haciendo. Yo tengo un hijo de 12 años al que no veo mucho. En las mañanas lo llevo al colegio, voy a trabajar y saliendo me voy corriendo a entrenar. Llego tarde. Todo es muy complicado, pero hay que esforzarnos para mejorar todo”, relata Sandy Dorador.

Plan de trabajo: Este año, Perú cuenta con un plan estratégico validado por la FIFA. Primero está la creación de una liga de primer nivel que se jugará por regiones y que se iniciará el 15 de mayo. Segundo, la implementación de academias de alto rendimiento en cuatro ciudades distintas (Lima, Arequipa, Cusco y Trujillo) con el objetivo de captar jóvenes talentos.

Así será el FIFA Girls Academy. (Foto: FPF)
Así será el FIFA Girls Academy. (Foto: FPF)

Además, la novedad en la selección es que el técnico, Doriva Bueno, convoca a microciclos de uno a dos meses en los que las seleccionadas trabajan todos los días, a diferencia de sus clubes donde lo hacen dos o tres veces por semana.

Nutrición: “Antes las chicas no tenían nutricionista particular, sino que era la misma de la selección masculina y se enfocaba más en los chicos”, cuenta Valeria Vento, quien llegó a la Federación en noviembre. Según comenta la nutricionista, al inicio la mayoría de las chicas estaban en sobrepeso, pero han mejorado muchísimo.

“Debido al bajo presupuesto, yo evito mandarles un suplemento que la Federación no les pueda dar porque tienen un costo de 150 o 300 soles, que es casi el sueldo completo de las chicas”, finaliza.

Compromiso: Nada del esfuerzo hecho por Sisy, Valeria y el propio técnico Doriva serviría si las seleccionadas no mostraran compromiso. Ellas –según cuentan- se juntaron a inicio de año y se trazaron una meta: obtener una medalla en los Panamericanos y hacer que la gente las vea con otros ojos.

“Vamos a dejar el corazón en el campo, cada minuto, cada segundo, cada balón dividido. Lo haremos por todas, ojalá el esfuerzo de sus frutos”, finaliza Nahomi.

El fútbol femenino se encuentra en un contexto desfavorable, pero como afirman las mayores de la selección, no solo se esfuerzan el doble por ellas, sino por las que vienen atrás. Ese es el caso de Pierina Núñez de 19 años, quien dejó su natal Piura a los 12 para seguir sus sueños detrás de un balón. Por ellas y por un futuro mejor: que este proyecto no se detenga.

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