WWE tiene en la lucha entre Seth Rollins y Finn Bálor la oportunidad de crear precedentes. Ambos son artistas completos de wrestling. Pero para que la lucha sea exitosa en SummerSlam, Bálor tiene que trabajar con mayor libertad.
La apuesta por la lucha es una movida audaz por parte de WWE. Sobre el papel, Finn Bálor es un debutante que llegará con un mes de experiencia a su primera lucha titular en su primer evento importante. Pero a la vez es un movimiento de ajedrez en el tablero de la nueva era.
Bálor llega como estrella de NXT. Es un hombre que trabajó su reputación por más de un década en cuadriláteros del mundo entero. Su forma de llegar a Raw -el quinto del Draft- es el inminente respaldo que WWE le está dando.
Sin embargo, Bálor aun tiene ciertas deficiencias que tiene que pulir. Su vacilación en su primera interacción con Seth Rollins fue notorio. Esto a pesar de cómo se resolvió. Resulta evidente que es solo nervios del nuevo, los mismos que en dos semanas hasta su lucha se disiparán.
Como dice el editor de la sección de WWE de "Bleacher Report", Ryan Dilbert, la lucha tiene poco para ser criticado. Es raro que la empresa apueste por un match de estas características: dos superestrellas populares de gran calidad y con gran futuro.
Parecía que WWE pondría a Rollins y Reigns a competir una vez más por el campeonato máximo. Pero la apuesta final fue un lavado de agua fresca: la empresa consiguió unir a dos luchadores que sin haber cruzado puños se complementan el uno al otro en beneficio del espectáculo.
La lucha se hizo de una suerte de dreammatch. "Nunca me di cuenta de lo mucho que quería Bálor vs Rollins hasta que se convirtió en la única cosa que quería", tuiteó el portal "The New Age Insiders". Esta es la reacción que produce el trabajo en lona moderno unificado a la narrativa tradicional.
I never realized how badly I wanted Balor vs Rollins until it became the only thing I wanted#RAW #NewEra #SummerSlam
— The New Age Insiders (@NewAgeInsiders) 2 de agosto de 2016
Rollins asegura ser el merecedor del título. Su papel es el del clásico villano arrogante. Bálor lucha por demostrar que puede ser campeón. Su lugar es el del héroe aupado por el público que trabaja desde la humildad. Una retórica conocida, pero en manos y bocas inéditas.
Lo mejor es que, como tiene que ser, el drama y motivo de la lucha tiene como centro de gravedad al WWE Universal Championship. Esto produce polarizaciones entre quienes pugnan por ser el primer portador del campeonato exclusivo de Monday Night Raw, los intereses de los jefes y una atmósfera de éxito en espectáculo para SummerSlam 2016.
DEPENDE DE BÁLOR
WWE promocionó a Finn Bálor a Raw y lo hizo una de sus estrellas de forma tan rápida que muchos de sus habituales aún no lo conocen. Quienes siguen el wrestling mundial y NXT están entusiasmados con su arribo, pero no pasa lo mismo para las mayorías.
Los aficionados exclusivos de WWE aún necesitan conocer un poco más a Bálor y el Demonio que habita en su interior. La empresa está difundiendo videos y material acerca de su personalidad y paso por NXT en redes sociales -eso es bueno-, pero necesita dar esa misma exposición en Raw.
Así resulte evidente -según comentarios recogidos en foros y redes sociales- que Rollins será el vencedor, WWE necesita hacer saber a su audiencia a quién está derrotando. No es un don nadie, ni un menospreciado, mucho menos un bulto sobrevalorado; es alguien que fue hasta llamado 'el mejor luchador'.
Por otra parte, Bálor parece estar desencajado. Pasó de auditorios con centenares de espectadores al escrutinio mundial. Esto fue evidenciado en su titubeo durante el careo con Rollins -nada que ver con la cátedra montada entre Dean Ambrose y Dolph Ziggler al día siguiente-.
Los altibajos del guión serán más complejos con el pasar de las semanas. Es necesario que Rollins asuma el papel protagónico -sobre todo porque es mejor hablado-, al menos durante la construcción de la rivalidad. Mientras que en SummerSlam debería ser el Demonio quien lleve la voz principal.
Rollins es perfecto para sacar todo el potencial de Rollins. El resultado es lo de menos, porque son este tipo de enfrentamientos los que genera aficionados al wrestling y a WWE. Es un dream match particular, del que nadie esperaba, pero que todos deseaban.
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— El Comercio (@elcomercio) 5 de agosto de 2016
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