El corredor aficionado estuvo perdido 42 horas en la sierra de Córdoba, Argentina. (Foto: Cristian Gorbea)
El corredor aficionado estuvo perdido 42 horas en la sierra de Córdoba, Argentina. (Foto: Cristian Gorbea)
Redacción EC

Transcurría el 2010 y a sus 50 años, Cristian Gorbea participó en la ultramaratón Half Mision: una carrera de 80 kilómetros por la agreste sierra de Córdoba, Argentina. Un error en el camino provocó que el corredor terminara colgado de un precipicio de 100 metros. Aquí su historia.

De los 350 participantes, él fue el único que no cruzó la meta. Aquel 11 de septiembre lo recordará Gorbea para toda su vida. Esa noche, a falta de 20 kilómetros para la llegada, a 2.000 msnm, en medio del cerro Champaquí, se equivocó de camino y terminó colgado de un precipicio de 100 metros.

“Mi amigo [...] me comentó de esta carrera [...], nunca la había corrido. Veníamos con entrenamientos, pero nunca esta distancia, le contó Gorbea al diario . El exgerente de recursos humanos del Banco Hipotecario iniciaba así la aventura de participar en una de las carreras más duras de su tipo.

La noche más larga de su vida

Gorbea inició la carrera al mediodía con la idea de, tras subir varias cuestas, llegar a la cumbre del cerro Champaquí a las 9:00 p.m. Sin embargo, tras iniciar con un sol radiante y un clima cálido, nunca pensó que a esa hora empezará la peor noche de su vida, con caída de temperatura en picada incluida.

“Por suerte, fue el único accidente grave que tuve y espero que no se repita nunca más”, recuerda Gorbea, quien iba en el puesto 33 justo en el momento en que se equivocó de camino y se perdió. Poco le importó la ubicación parcial que tenía tras perderse y quedarse solo en medio de la nada.

“No quería estar ahí, me arrepentí de inmediato, mi mente se bloqueó hasta que empecé a aceptar la situación. Me abrigué con la manta de sobrevivencia y pasé la noche más larga de mi vida”, contó sobre su experiencia de estar extraviado 42 horas en medio de la noche en la sierra de Córdoba.

Ubicación y rescate

Gorbea no divisó ningún puesto de control que le preste socorro. Por si fuera poco, tras equivocarse en tomar el camino, resbaló y cayó por un precipicio de 25 metros sin poder pedir ayuda ni moverse.

“En esos dos días [perdido] pasó de todo por mi mente. Pensás que vas a salir y viceversa, tratás de conservar toda la energía posible, la esperanza se te cae porque la vas perdiendo con el pasar de las horas, pero te aferrás a la chance que alguien pase y te escuche”, comentó a La Nación.

Tras estar cerca de 42 horas perdido, el perro de un lugareño llamado Felipe lo ubicó gracias a sus gritos de ayuda y silbato. Gorbea tenía algunas heridas leves en una pierna y sobrevivió gracias a una cantimplora, chocolates y frutas de su mochila. A las horas fue rescatado con la ayuda de una soga.

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