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¡River Plate campeón de la Libertadores! Así celebraron los hinchas 'Millonarios' en el Obelisco | VIDEO. (Foto: Aldo Cadillo - El Comercio)
Aldo Cadillo

¡Se terminó la fábula en la 'Ciudad de la Furia'! Por fin culminó la final más larga del mundo. Este lunes se cumplirá un mes desde que se suspendió por lluvia el duelo de ida en La Bombonera entre Boca Juniors y River Plate. Curiosamente, fue bajo el agua donde los hinchas 'Millonarios' celebraron su conquista de la Copa Libertadores. El Obelisco se pintaba de rojo y blanco. 

Dos hechos sucedían en paralelo: en Madrid el árbitro uruguayo Andrés Cunha pitaba el final entre River y Boca, y en Buenos Aires empezaba una lluvia copiosa.

Los festejos llegaron en ambas partes del mundo. El verde césped del Santiago Bernabéu se llenaba de arengas y felicidad; mientras que, en el Obelisco, un océano humano gritaba: "Es para vos, es para vos. Bostero p***, la p*** que te parió".

Mayor felicidad que el triunfo es conseguirlo ante el rival de siempre en la final soñada. Y los hinchas de River Plate en Buenos Aires celebraban desaforadamente más por lo segundo que por lo primero.

El sol caída a la par de la lluvia en Buenos Aires. Entre humo rojo, polos blancos y rostros felices, la avenida Corrientes fue cerrada en el tramo que conecta al Obelisco.

El emblemático McDonald's, que lleva los logos en color verde y no en amarillo, estuvo protegido por amplios muros metálicos. Como guardianes estáticos, las vallas permanecían protectoras de la estructura.

Al caer la noche, el perímetro fue cerrado. La policía redobló la seguridad por el festejo de los hinchas de River Plate. Los negocios no vendían cerveza. "Es para evitar desmanes", explicaba un mozo a un grupo de fanáticos borrachos de tanto festejar pero con ganas de seguir bebiendo.

Pasadas las horas, más personas se sumaban a la celebración. Niños, parejas y mujeres. Muchas mujeres con camisetas de River Plate. La pasión futbolera en Argentina no tiene límites. Algunas solas, otras con pareja: la postal de la felicidad se repetía paso a paso.

Llegada la noche y terminada la lluvia, las bengalas aparecieron. Alumbrando el cielo oscuro de rojo, la pirotécnica parecía ser más importante que la garganta. Los cánticos podían decaer, pero los fuegos artificiales tenían que seguir.

"Alguien de Boca llora arriba", se reía cantando un grupo de jóvenes de River. El equipo que consiguió el último ticket para el Mundial de Clubes de este diciembre, quiere ganar el torneo continental para volver a festejar. Bajo la lluvia o el sol o de noche, el Obelisco espera, y la 'Ciudad de la Furia' también.

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