En los últimos meses la vida de Sergio Peña dio un giro inesperado. El volante de la selección peruana fue detenido conduciendo bajo los efectos del alcohol y sin licencia homologada por la policía sueca, el pasado 18 de abril. Una falta que el futbolista asumió.
Este 31 de mayo, con ayuda de un intérprete, se inició el juicio en donde la Fiscalía del país escandinavo pidió la pena de cárcel. Peña, por su parte, tuvo la oportunidad para brindar sus descargos.
“Está claro que cometí un error. Un error del que me arrepiento. Es la primera vez que me pasa”, declaró en la inauguración de su discurso.
A continuación, relató los sucesos de aquel día, en donde aseguró que ya ha sido “severamente castigado”. Además, se deslindó del cargo de conducción ilegal.
“Cené con un amigo de Dinamarca. Bebí cuatro o cinco copas de vino durante cinco o seis horas. En ese momento no estaba pensando de la manera correcta, solo tenía en mi cabeza que podía conducir. He sido severamente castigado. Mi rostro ha aparecido en los medios tanto en Suecia como en Perú”, señaló contrariado.
Asimismo, indicó que no se encontraba manejando con exceso de velocidad (40 km/h). La defensa del peruano rescató que el acusado nunca tuvo problemas de este tipo en ningún país de la Unión Europea y, ante el pedido de prisión, apeló que lo correcto sería una pena de libertad condicional y trabajos comunitarios por cincuenta horas.
El veredicto final, tras escuchar la defensa de Sergio Peña y los argumentos de la fiscalía, el juez determinó que este 14 de junio brindará la sanción.
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