Entre julio del 2014 y junio del 2016, la selección brasileña estaba sumergida en la mayor crisis futbolística de su historia. Tres eliminaciones en dos años. La primera –la más dolorosa- fue en casa: 7-1 ante Alemania en su propio Mundial. La segunda, en Chile 2015, ante Paraguay por penales y chau a la Copa América en cuartos. La despedida de Estados Unidos 2016 en fase de grupos, luego de la caída ante Perú (1-0, gol de Ruidíaz), fue la estocada final.
El pentacampeón del mundo no encontraba el rumbo. Hasta que llegó Adenor Leonardo Bachi, o simplemente Tite, para resucitar a la ‘Canarinha’ de los escombros. Es cierto, el Brasil de ahora no asusta como antes en cuanto a nombres (menos aún sin Neymar), pero sus números son brillantes: 28 partidos jugados, 20 victorias, 6 empates y apenas 2 derrotas.
Ese Brasil que no pierde en los últimos doce partidos (y solo cedió dos goles) es el que se enfrentará Perú este sábado (2 p.m.) por la última fecha del grupo A de la Copa América. Sí, parece imbatible. De hecho lo es. Tiene muchas virtudes, pero también tiene defectos. A continuación los detallaremos.
En un país donde el fútbol se valora por el ‘jogo bonito’, Tite prioriza el orden táctico. En base a una buena defensa, el entrenador edificó a este Brasil que no es el máximo favorito del torneo que se disputa en sus tierras, pero sí es un rival a tener en cuenta. Porque, a pesar de no ser del agrado visual de los torcedores brasileños.
Arco en cero: solo tres selecciones han logrado mantener su valla invicta en las dos primeras fechas del torneo (sin contar a Chile que enfrenta hoy a Ecuador): Brasil, Colombia y Venezuela. Los dos primeros han marcado tres tantos, mientras que el último no ha anotado.
Mantener el orden defensivo es uno de los puntos a favor que tiene el Scratch. Es difícil ver que un equipo lo agarre mal parado. Y las estadísticas lo avalan: de los 28 encuentros que disputó solo recibió 10 goles.
Sabe anotar: Marcar 78 goles en 28 partidos (2,7 por encuentro) se valora teniendo en cuenta que Brasil es un elenco que prioriza lo táctico. Y más aún porque no solo anotan sus delanteros. Sus goles se dividen entre 19 jugadores distintos. Los goleadores son Gabriel Jesús (17), Neymar (14) y Phillippe Coutinho (12). Solo ‘Ney’ no está disputando la Copa América.
Recambio: En los dos partidos (ante Bolivia y Venezuela), Tite ha hecho jugar a siete hombres de ataque. Richarlison, Coutinho, David Neres y Firmino debutaron, y luego ingresaron Willian, Gabriel Jesús y Everton. Todos le aportaron algo distinto al equipo y generaron peligro. En el mediocampo, Fernandinho compartió puesto con Arthur y pasó lo mismo: ninguno desentonó.
-Lo negativo-
Es cierto que Brasil, en cuanto a números, parece imbatible, insuperable. Pero al duelo de este sábado con la Bicolor llega con algunos puntos en contra: futbolísticos y extrafutbolísticos.
Falto de brillo: Al brasileño promedio no solo le gusta ganar, sino también gustar. Si no hay ‘jogo bonito’, no hay nada. Ese último detalle (el más importante quizá) es lo que le falta al equipo de Tite y eso ha generado desconfianza en sus propios hinchas. En una encuesta realizada por el instituto Paraná Pesquisas, el 46% señaló que su selección no ganará la Copa América. No confían en su equipo.
Presión: Hasta el día de hoy (y seguirá por mucho tiempo) se recuerda el 7-1 ante Alemania. Esa catastrófica eliminación del Mundial celebrado en el mismo Brasil hace que la ‘Canarinha’ tenga más presión al disputar un torneo en sus tierras. Un paso en falso y puede quedar fuera de la Copa, lo que originaría un verdadero terremoto que movería los cimientos del Scratch.
Ausencia de Neymar: Brasil extrañará a Neymar. El atacante del PSG es el jugados más desequilibrante que tiene y eso genera cierta dependencia. Es cierto que el conjunto brasileño ha demostrado ser un equipo compacto, pero sin la magia de ‘Ney’ pierde muchísimo el brillo y la calidad ofensiva que tanto se le exige. Ahí también puede recaer la razón principal por la que empató sin goles ante un Venezuela completamente metido en su arco.
Es cierto es que este Brasil de Tite es menos vistoso en comparación de otras épocas, pero sus números son para tener en cuenta a la hora de enfrentarlos. Lo que pierde en brillo lo gana en efectividad.