Todos los domingos de los 90, los años difíciles de mi adolescencia, mi padre y yo cumplíamos un único ritual que nos acercaba. Tipo 7 a.m., hora en que yo recién llegaba y él salía, nos encontrábamos en la puerta, íbamos al canilla y le pedíamos El Comercio, aunque en realidad lo deshojábamos, como quien busca un mapa o un documento clasificado, hasta encontrar Deporte Total.
Un suplemento de firmas, crónicas y reportajes como el que vuelve hoy.
Deporte Total, DT para nosotros, nació en 1986 con la única intención de contar los deportes desde la altura suficiente para poder explicarlo, revelarlo; también exaltarlo. A veces los cinco pisos desde donde está un palco, a veces los cinco centímetros que separan la cancha de fútbol de una popular. Así, en 35 años, viajó al mundial de México, fue testigo único de Seúl 88 y veinte años después llegó junto a 40 mil peruanos a Rusia 2018. Así acompañó a Sofía, descubrió a Kina y fue copiloto de Fuchs. Así contó al mejor Maradona, al genio Ronaldinho, al único Messi.
Distintas razones -y claro, la crisis- lo redujeron en tamaño y lo compactaron, hasta dejar de ser un suplemento de 12 páginas. En este tiempo, sin embargo, DT no desapareció ni se dejó vencer. Al contrario. Creció con absoluta contundencia en la estrategia digital, al punto que hoy es la submarca del diario que más páginas vistas (PVs) le aporta a elcomercio.pe, contribuye con alto porcentaje en la apuesta paywall del sitio y, acaso lo más importante, nunca ha dejado de escribir los deportes con la ambición de saltar las fronteras de una página papel: solo en los últimos 5 años su equipo ha trabajado dos libros agotados -Mundialistas y 11 Historias, ambos sobre la selección peruana de fútbol-, y de su plantel de redactores se han editado tres proyectos -Peredo Total, Ojo de Tigre y Amor a la Camiseta-. Quizá en el papel DT se había reducido, pero sus intenciones de ser quien cuente la historia deportiva del Perú estaban intactas o mejor, esperando una oportunidad ideal para volver.
Y bueno, hoy vuelve. Desde este domingo, Deporte Total aparece como suplemento semanal junto a El Comercio y más allá del índice o las firmas -reestrenar con la autoría de Daniel Arcucci contando la hermandad de Gareca y Ruggeri es desde ya, antología-, tengo el único gran deber de dar las gracias, a nombre del equipo, por la espera. Y las disculpas porque esta haya sido tan larga.
Desde la noche del sábado, cuando cerramos la última página, solo espero que amanezca, sean las 7 e ir a encontrarme con mi padre para leer el Deporte Total que siempre quise volver a hacer. Un ejercicio que, espero, se repita este domingo en cientos de casas como la mía.
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