Miguel Villegas

Desde el día en que Gianluca Lapadula interpretó a Frank Sinatra en la concentración de la selección, allá por el 2021, su vínculo con el grupo fue automático, cálido, sin ese hielo que se presumía desde algunos sectores del periodismo -incluyo a DT- que interpretaba a los seleccionados como hombres de una tribu que no se permitía invasores. Y en cada circunstancia que el delantero del Cagliari tenía, sea en medios o en privado, siempre devolvía el afecto: “Este grupo es una familia y en esta familia, Paolo Guerrero es un histórico”.