Para el 2019, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) tiene en agenda seguir negociando protocolos fitosanitarios de acceso a nuevos mercados para casi 70 productos agrícolas, entre frutas y hortalizas. De estos, se concluiría al menos con una decena, informan a Día1.
La apertura de mercados busca ir al ritmo de la expansión de la agroindustria, el sector exportador que más ha crecido del 2007 al 2017 y que en los próximos años podría sumar unas 220 mil hectáreas, de implementarse los proyectos de irrigación en la costa peruana (como Chavimochic III, Majes Siguas II, Alto Piura y Chinecas).
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En ese contexto, el Senasa ha puesto su foco en la apertura fitosanitaria en particular en Asia, donde los superfoods peruanos comienzan a resonar. China, Corea del Sur, Japón y Malasia están en el radar de la entidad.
Aun así, como señala el Informe de Competitividad 2019 elaborado por Perú Compite, más allá de los acuerdos con autoridades pares de los países importadores, la entidad adscrita al Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) podría mejorar su operatividad desde el campo y las empacadoras hasta el almacén extraportuario, fases en las que interviene como organismo certificador y supervisor.
El informe enumera propuestas que parten por la certificación indefinida para lugares de producción con buen perfil de riesgo; la creación de aplicaciones para telesupervisión del desprecintado y llegada del contenedor al almacén; la tercerización de labores de supervisión; y la implementación de la certificación fitosanitaria electrónica para Estados Unidos y China. Este sello digital ya ha sido establecido para los países de la Alianza del Pacífico y Holanda (una de las principales puertas de entrada a la Unión Europea).
“Una manera de bajar costos operativos (en la agroindustria) es implementar procedimientos más rápidos, con menor redundancia”, sostiene Gabriel Amaro, gerente general de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (Agap), consultado sobre las sugerencias del informe.
Aunque destaca la imagen “reputada” del Senasa en el exterior, el ejecutivo reconoce que es necesario fortalecer la institucionalidad de la entidad, así como sus recursos humanos.
El experto en agroexportación Federico Beltrán coincide. A su juicio, el crecimiento vertiginoso del sector no le ha dado tiempo al Senasa para adaptarse. “Más que mala voluntad se trata de limitaciones de su equipo”, sostiene. Este desafío debería ser resuelto antes de avanzar con la delegación de funciones a terceros, opina sobre la recomendación de Perú Compite.
PLAGA CLAVE
La erradicación de la mosca de la fruta, un insecto que daña sobre todo la calidad estética de los productos, es una meta estratégica para facilitar la negociación de los protocolos fitosanitarios. De ahí que el Senasa controle de cerca al insecto en unas 850 mil hectáreas en todo el país con unas 35.500 trampas, que permiten identificar su especie, su fluctuación poblacional y “mostrar las áreas libres o en erradicación”.
En el 2019, el Minagri pondrá en marcha un ambicioso plan de erradicación de la patología en La Libertad, Lambayeque, Piura y Tumbes. La iniciativa será financiada con un crédito de US$100 millones del BID, con una contrapartida de unos US$92,7 millones del Gobierno.
Al respecto, Federico Beltrán observa que el plan debería arrancar en zonas que destaquen por la organización de los productores. “Es la mayor garantía de éxito”, dice.