Las bodegas y los mercados de abastos, que constituyen el llamado canal tradicional, sufrieron también el golpe de las distintas etapas de la pandemia que aún nos aqueja. El año pasado, la cuarentena, las restricciones de movilidad y el toque de queda (que afectó la distribución y abastecimiento) fueron factores que impactaron en las ventas de este canal, con una caída de más del 11% en su momento más crítico (marzo, abril y mayo)–de acuerdo a un reporte de NielsenIQ Perú–, más allá de que eran lugares de compra importantes para abastecernos de productos básicos y alimentos. No obstante, ya en los últimos meses del 2020, el canal ha mostrado signos de recuperación.
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Larissa Rachitoff, client delivery leader de Nielsen IQ Perú, afirma que estamos viendo una mejora paulatina del canal, que representa el 60% del consumo. “Aunque todavía el balance es negativo, ya vemos buenos niveles de recuperación: al cierre de noviembre, el canal tradicional cerró con una caída de -5,4% a nivel de consumo”, revela.
Mirando hacia atrás, indica que dentro del canal los mercados se han visto un poco menos afectados que las bodegas, debido al mix de productos. Las bodegas suelen depender más de categorías que cayeron mucho como bebidas o cervezas, mientras los mercados de abastos concentran su facturación en alimentos básicos, frescos y productos de limpieza. En este aspecto, ha sido vital la adaptación y los cambios que ambos puntos de venta han realizado para sobreponerse. Y este 2021 se mantendrá esa tendencia.
Los mercados
Los puestos de los mercados se fueron adaptando poco a poco a la coyuntura. De acuerdo a un estudio de la empresa de investigación de mercado Zum, a diciembre del 2020 en Lima, varios puestos de mercado se transformaron en puntos de venta solo de productos de aseo y han empezado a innovar con algunos medios de pago digitales como Yape. Según Walter Miller, cofundador de la firma, el 19% de puestos abarroteros están aceptando pagos por esta vía. Aunque el efectivo sigue siendo el rey.
Miller destaca, además, que el 98% de los dueños de estos puestos que han sido encuestados utilizan mascarillas, el 61% usa barreras físicas para distancia social y el 38% micas de protección. Un aspecto que siguen reforzando.
El ejecutivo coincide en que se percibe una recuperación de los mercados, pero que avanza pausada y depende de las características del centro de abastos. “Todavía no podemos decir que están recuperados pero van en camino”, anota.
De acuerdo a su reporte [ver infografía], en diciembre se redujo la cantidad de dueños o dueñas de puestos de mercado que afirmaban vender mucho menos que antes de la pandemia. Y aumentó en ocho puntos quienes indicaron que vendían igual a 10 meses atrás.
Estas cifras difieren al tipo de centro de abastos, aclara Miller.
“Hay mercados como Unicachi norte donde un 70% de puestos declaran vender más o igual que antes y otros como Huamantanga, donde un 64% indica que está vendiendo menos que antes. Esto depende de quiénes son sus principales clientes: hogares, bodegas, restaurantes o bares”, explica. Sin duda, aquellos que solían vender mucho más a restaurantes o bares fueron los más afectados.
Para el 2021 se espera que esta tendencia de mejoras se mantenga, aunque influirá el tipo de medidas que se tomen ante la segunda ola de la pandemia.
Actualmente, existen 1122 mercados en Lima Metropolitana, según la oficina general de evaluación de impacto y estudios económicos de Produce. Precisamente, este ministerio instaló la semana pasada una mesa de trabajo para el desarrollo de mercados de abastos a fin de mejorar su productividad y competitividad. Según anunciaron se enfocarán en infraestructura, formalización, problemas sanitarios, logística e innovación.
Expectativa en bodegas
Por el lado de las bodegas , Andrés Choy, presidente de la asociación de bodegueros del Perú, confirma que están en un proceso de recuperación, que continuará si se mantienen las condiciones actuales, ya que si estas varían se verán afectados. “Las últimas medidas de mayor toque de queda nos afectaron un poquito. No solo por la atención mismo sino por el abastecimiento”, indica.
Para Choy a lo largo de la pandemia hubo cambios relevantes en el canal que influirán en el 2021: más competencia, reconversión del mix de productos en las bodegas y el inicio de la digitalización.
Es así que aparecieron nuevas bodegas por parte de personas que se quedaron sin empleo y de negocios que se reconvirtieron a bodegas, ya sea temporal o de forma permanente. Si bien no hay una cifra exacta de cuántas más hay ahora, Choy señala que los asociados calculan que abrieron unas 35 mil nuevas bodegas. Esta mayor competencia obliga a las bodegas a trabajar más en márketing e innovar.
En esa línea, ante los cambios y menores ventas por las restricciones de la pandemia, muchas bodegas optaron por reconvertir su mix de productos, lo que las está ayudando a seguir recuperando sus ventas. Choy señala que muchas de ellas venden ahora más pollos, verduras y frutas, y un poco menos de bebidas y cervezas, categorías que no salían tanto. No obstante, se espera que estas se reactiven en esta campaña de verano.
El delivery, de otro lado, se volvió una carta importante para los bodegueros, por medio de contacto por WhatsApp. De acuerdo al reporte de Zum, el 26% de bodegas limeñas hace delivery y ya han empezado a aceptar otros medios de pago. Si bien el pago por tarjeta aún es un 18%, un 30% ya realiza transacciones a través de billeteras móviles (Yape). Tendencias que este 2021 solo se acentuarán.
“El canal tradicional se está modernizando, esta pandemia la aceleró entre dos a cuatro años”, calcula Miller. Pero, como coinciden los expertos, toda recuperación estará supeditada a los avances de esta segunda ola.
¿Qué pasaría con el canal ante una segunda ola? Una potencial cuarentena más rígida sería menos crítica para el sector de lo que fue al inicio de la pandemia, ya que no sería tan larga como la primera (por la misma naturaleza del virus en esta segunda ola) y porque encontrarpia a un canal mejor preparado, estima Rachitoff, de NielsenIQ Perú.
DATO
- El ministro Waldo Mendoza, titular del MEF, dijo el domingo que esta semana se incrementará el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) de las cervezas y los cigarros como parte de la actualización anual de este concepto. Según precisó, una botella de 630 ml de cerveza subirá cuatro centavos, pasando de S/5.50 a S/5.54. La cajetilla de cigarrillos de 10 unidades subiría en 35 centavos. Los bodegueros solicitan que no se eleve el Impuesto Selectivo al Consucmo (ISC) este año ante los efectos de la pandemia. Las cervezas así como las bebidas fueron categorías golpeadas que son importantes dentro de las ventas de las bodegas, indican.
- El consumo en el canal tradicional cayó 5,4% a nivel de ventas, pero la caída a nivel de facturación ha sido mayor a noviembre 2020: -8,4%. Esto debido a que se ha dado una migración hacia marcas más económicas. Sobre todo en cuanto a las categorías de la canasta de aseo del hogar.
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