Chinga tu taco (taquería), Vape Store (cigarros electrónicos), BarBarian (cervecería), Magic Touch (reparación de abolladuras) y Delhel (administración de edificios), son algunas de las franquicias peruanas que este año se convertirán en protagonistas de un mercado que, tras cerrar el 2017 con una facturación cercana a los US$1.500 millones, continuará pintándose de rojo y blanco.
Tal y como viene sucediendo desde el 2016, durante el 2018 el mercado de franquicias en nuestro país continuará reconfigurándose y la superioridad de las marcas locales –en desmedro de las extranjeras– será la tendencia que marque la pauta en adelante.
Según la Cámara Peruana de Franquicias (CPF), después de la hegemonía que tuvieron las marcas extranjeras en una primera etapa, el crecimiento de las marcas nacionales durante este año será más que evidente, llegando a representar el 60% del mercado total.
Para Luis Kiser, vicepresidente de la CPF, la predominancia de las franquicias locales va de la mano con los beneficios intrínsecos que supone esta modalidad de negocio, que hoy es considerada como la mejor herramienta de expansión para una empresa.
“El crecimiento de las marcas locales es un proceso natural en la evolución de las franquicias y es propio de la etapa que hoy se vive en el Perú, que experimenta un ‘boom’ de franquicias locales y se caracteriza por un despertar del empresario peruano, que opta por la franquicia como un exitoso sistema de expansión empresarial”, afirma.
Según el también presidente de Front Consulting, el 2018 es un año que promete para las franquicias locales. “Las inversiones que se dejaron de hacer para expandirse echando mano a las franquicias se van a materializar durante este año”, apunta el ejecutivo.
ENORME POTENCIAL
Para graficar la evolución que hoy se percibe en el mercado peruano, José Luis Zárate, presidente de la CPF, señala que, a pesar del complicado entorno económico que se vivió en el 2017, un total de 25 empresas se convirtieron en franquicias después de invertir más de US$1,2 millones para concretar dicho proceso.
Según el empresario, la conversión a franquicias se ha vuelto una interesante herramienta para diversificar las inversiones, por lo que, tomando en cuenta los planes reportados por más de 40 empresas, este año podrían apostar más de US$2 millones –en total– para su transformación.
Pero, a diferencia de otros años, habrá una mayor diversificación, pues a las marcas gastronómicas como Pedrasa a la Brasa Express (cadena de comida rápida) y Doña Julia (anticuchos) se sumarán otras de servicios, como Masaje & Bienestar (sillones de masajes), y algunas tiendas de conveniencia como Jet Market y Zoko, que apelarán a este formato para poder expandirse.
“Este año las franquicias nacionales serán mayoría. El 2018 será mejor porque no se convertirán 25 sino 40 empresas. Es seguro que van a seguir entrando marcas extranjeras en los espacios que dejen las nacionales, pero al finalizar el año el mercado se dividirá en 60% nacionales y 40% extranjeras”, asegura Zárate.
AGENDA PENDIENTE
Frente a ese panorama, tanto Kiser como Zárate coinciden en la necesidad de seguir trabajando para que el mercado continúe su proceso de formalización y evitar que las llamadas ‘franchichas’ ganen terreno.
Para ambos, el censo de franquicias realizado por el INEI (cuyos resultados serán revelados antes de que concluya el primer trimestre) será de vital importancia para tener un mapa más claro y certero de lo que hoy representa el mercado de franquicias en nuestro país y optar por el camino a seguir.
Por lo pronto, Luis Kiser sostiene que no debemos olvidar que aunque todos los países empiezan con un claro predominio de las marcas extranjeras, las nacionales están destinadas a dominar el mercado, como sucedió con Brasil, que hoy tiene un 92% de franquicias nacionales, México (cerca de 90%) y Argentina (casi 80%).
“Son países que han pasado por lo que nosotros vamos a recorrer en los próximos años y el sector servicios (educación, lavandería y peluquerías) tendrá más protagonismo”, anota.
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