Asimismo, el presidente de JP Morgan Chase, Jamie Dimon, señaló que es probable que Estados Unidos entre en recesión antes de que acabe el año, ya que se desconoce aún en cuánto se continuarán subiendo los tipos de interés.
Asimismo, el presidente de JP Morgan Chase, Jamie Dimon, señaló que es probable que Estados Unidos entre en recesión antes de que acabe el año, ya que se desconoce aún en cuánto se continuarán subiendo los tipos de interés.
Redacción EC

Jamie Dimon, presidente de JP Morgan Chase, dijo recientemente en una entrevista que el mundo afronta graves complicaciones como la inflación, especialmente en materia energética y alimentos; sumado al repunte en los tipos de interés.

El banquero —quien desde hace 17 años maneja a una de las instituciones más sólidas del globo— sostuvo a El País que “las cosas pueden ir mucho peor”, dado que se pensaba que “los problemas económicos eran pasajeros y no es así”.

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Asimismo, señaló que es probable que Estados Unidos entre en recesión antes de que acabe el año, ya que se desconoce aún en cuánto se continuarán subiendo los tipos de interés.

Cabe mencionar, que la Reserva Federal (Fed) elevó agresivamente su tasa de interés hasta 1,75% en un contexto de alta inflación con máximos de 8,6%, indicador que supera lo visto en 30 años.

Dimon señaló que se la inflación está cerca de tocar techo y luego los precios podrían empezar a descender, pero recalca que es difícil hacer previsiones.

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“En los últimos años, se han inyectado los mayores estímulos monetarios y fiscales que el mundo haya visto en su historia. Es complejo adivinar las consecuencias a corto plazo de esas políticas. Lo que sí parece estar más claro es que la inflación no es transitoria. Los salarios están subiendo, los precios de las casas también”, anotó.

En ese sentido, reconoció que los bancos centrales han contribuido a que la inflación se dispare, pero “no ha sido a propósito”.

“Siempre he pensado que la política de tipos de interés cero era una mala idea. Tiene muchos efectos perjudiciales. Por otro lado, la compra de deuda pública tiene claros efectos inflacionarios, muchos más que un simple programa de ‘quantitative easing’ (expansión cuantitativa, traducido al castellano)”, explicó.

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