Ernesto Montagne

El jurel y la caballa son dos de las especies de pescado con mayor potencial nutritivo presentes en el mar peruano. Además de ser una fuente importante de proteína y hierro, poseen una alta concentración de Omega 3, rico en EPA y DHA, claves para el desarrollo del corazón y el cerebro respectivamente. Estos atributos son esenciales para combatir la desnutrición y la anemia en el país.

Además de ser consumidas en la costa del país, tienen alta demanda en la sierra y selva, llegando a zonas como Puno, Cusco, Huancavelica, San Martín y Loreto, en las que habitualmente se han presentado dificultades para ofrecer dichos productos, sin embargo, actualmente, gracias al desarrollo de una cadena de frío implementada por el sector privado, es posible atender a estos mercados y, sobre todo, con precios accesibles.

Es importante reconocer que el Estado ha implementado programas sociales con fuerte presencia en dichos lugares, impulsando el consumo de estas especies. Programas como “Qali Warma”, que asegura la alimentación variada y nutritiva de aproximadamente 4,2 millones de escolares, y “A Comer Pescado”, que promueve el consumo de pescado económico gracias a sus ferias locales.

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Es importante destacar que el jurel y la caballa tienen gran impacto en la dinámica económica del sector, tanto para los pescadores, como para los consumidores, sobre todo, si consideramos la alta incertidumbre que atraviesa el sector debido al Fenómeno de El Niño.

Hay que destacar que la temporada pasada ha dejado resultados positivos al país, alcanzando una captura industrial de 38.000 toneladas (Tm) de caballa y 111.500 Tm de jurel, lo que la mantiene a esta última como la tercera pesquería más importante del país, luego de la anchoveta y la pota. Por ello, actualmente, el Instituto del Mar del Perú (Imarpe) investiga sobre el estado de la biomasa de estas especies para brindar sus recomendaciones al Ministerio de Producción, quien determinará la ampliación de la temporada de los especímenes antes mencionados, siempre garantizando la sostenibilidad del recurso y en concordancia con la normativa vigente.

De concretarse esta oportunidad para la pesca industrial, los precios de estos pescados al fresco podrían reducirse hasta en un 50%, como sucedió entre los meses de febrero a abril, lo que representaría un gran alivio a la economía familiar. De acuerdo con reportes de Produce y Minagri, el precio promedio en lo que va del año de jurel y caballa por kilo, S/,3.8 y 3,6 respectivamente, se ha mantenido muy por debajo del precio promedio por kilo de otras proteínas presentes en la dieta diaria, como el pollo.

Finalmente, esta oportunidad permitiría habilitar puestos de trabajo de manera directa, a través de las pesqueras, e indirecta por la cadena de proveeduría existente a lo largo del litoral y zonas de distribución al interior del país.

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