Una caída de los papeles relacionados con materias primas y la continua toma de ganancias arrastraron el miércoles a las acciones europeas a tocar mínimos en ocho semanas tras su séptima sesión consecutiva con pérdidas, en la que destacó el repunte de Airbus tras un contrato récord.
El descenso del petróleo, por la preocupación sobre el panorama de la demanda y las caídas de los precios de los metales, presionaron a las acciones de mineras y petroleras como Rio Tinto y Royal Dutch Shell.
Estas caídas contribuyeron a que el índice paneuropeo STOXX 600 llegue a su nivel más bajo desde el 20 de septiembre. El referencial terminó con un retroceso del 0,49% en 381,96 puntos, aunque sigue acumulando un alza de casi el 6%.
El índice FTSE 100 de la bolsa de Londres cayó un 0,4% y el alemán DAX -con un fuerte componente exportador- bajó un 0,6%, golpeado por un euro más fuerte.
El sector automotriz estuvo entre los que más bajaron, con una caída del 0,9%, pero las pérdidas fueron generalizadas en todos los sectores porque los inversores siguieron recogiendo ganancias tras el repunte de las acciones este año.
Estrategas de Deutsche Bank proyectan que el STOXX 600 termine el año un 3% por encima de su nivel actual, en 395 puntos, antes de retroceder a 375 en los primeros meses de 2018.
Algunos inversores han reducido su exposición a las acciones europeas para posicionarse para una corrección incluso aunque no esperan que la tendencia positiva subyacente cambie, dada la persistente fortaleza de los datos económicos.
Entre los puntos positivos, las acciones de Airbus subieron un 2,4%, luego de que el fundador y socio director del fondo estadounidense Indigo Partners, William Franke, realizó un histórico pedido de 430 aviones de la familia A320 en una operación valuada en US$49.500 millones.
Lea más noticias de Economía en...