Los precios del cobre retrocedían el miércoles desde máximos de diez años, a puertas del anuncio de política monetaria de la Reserva Federal (Fed) estadounidense, aunque analistas estuvieron de acuerdo con el pronóstico de Goldman Sachs sobre el fuerte avance del metal industrial hasta niveles récord.
El cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) bajaba 0,39% a US$ 9.817,50 la tonelada a las 11:13 (GMT), luego de haber llegado a US$ 9,965 el martes, su máximo nivel desde 2011.
Los precios del cobre se han más que duplicado desde marzo del 2020, a medida que la economía global se va recuperando de la pandemia y transforma la actividad de energía hacia procesos más amigables con el medio ambiente, lo que elevará el consumo del metal rojo. A esto se suman perspectivas de suministros más ajustados.
“Es solo cuestión de tiempo antes de que el cobre exceda el umbral sicológico de US$ 10.000 la tonelada”, dijo Daniel Briesemann, analista de Commerzbank, y añadió que es posible un nuevo récord de US$ 10.190 poco después.
Pero afirmó que la actual serie de ganancias se ha extendido y que se prevé una drástica corrección de mercado antes de que el cobre siga aumentando de precio en los años posteriores.
Goldman Sachs proyectó que el precio del cobre debería promediar US$ 9.675 la tonelada en 2021; US$ 11.875 la tonelada en 2022; y US$ 12.000 la tonelada en 2023.
En Chile, el mayor productor de cobre del mundo, las amenazas de huelgas de trabajadores de mineras disminuyeron en el país luego de que el Congreso aprobó una ley para facilitar n nuevo retiro de los fondos de pensiones.
Entre otros metales de uso industrial, el estaño sumaba 1,8% a US$ 27,640 la tonelada, después de haber alcanzado el martes un récord desde 2011 de US$ 27,965, debido a la escasez de suministros en el mundo.
El aluminio subía 0,1% a US$ 2.399 la tonelada, el zinc ganaba 0,1% a US$ 2,927 la tonelada, el níquel avanzaba 1,7% a US$ 17.245 la tonelada y el plomo aumentaba 0,4% a US$ 2,098.50 la tonelada.