Los precios del cobre caían el martes desde el máximo de casi 8 años que alcanzó en la sesión anterior, pero se espera que la fuerte demanda y las expectativas de escasez de oferta mantengan apuntalados los valores del metal.
A las 12:06 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) bajaba un 0,8% a US$7.646 la tonelada. El lunes llegó a los US$7.800, máximo desde marzo de 2013; su valor ha subido casi US$3.500 desde marzo de este año, con un alza de US$1.000 solo en el último mes.
La pérdida de impulso del cobre se reflejó en las acciones globales, que operaban con pérdidas tras sus avances de las últimas semanas. El dólar también se fortaleció, encareciendo las materias primas para los tenedores de otras divisas.
“Debemos estar cerca de la cima”, dijo Robin Bhar, un analista independiente, sugiriendo que algunos inversores estaban vendiendo para recoger ganancias. Agregó que la inminente escasez de suministro mantendría al cobre en una tendencia ascendente.
“Es difícil ver cómo el cobre podría cerrar por encima de los 8.000 dólares este año, pero el próximo año estoy seguro de que lo hará”, dijo Bhar.
El Congreso de Estados Unidos votará esta semana sobre un proyecto de ley de financiación provisional de una semana para que los legisladores tengan más tiempo para llegar a un acuerdo sobre el alivio del COVID-19.
Se espera que los planes del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, de gastar 2 billones de dólares en infraestructura respalden los precios de los metales.