La crisis en Venezuela y Cuba: ¿en qué se parecen?
La crisis en Venezuela y Cuba: ¿en qué se parecen?
Redacción EC

En su más reciente viaje a el corresponsal de la BBC en La Habana, Will Grant, quien durante años estuvo basado en Caracas, se encontró en el país sudamericano con ecos de un período particularmente doloroso de la historia cubana.

La inflación es una de las más altas del mundo, hay que hacer largas filas para conseguir los productos más básicos, la tensión en las calles no hace sino aumentar y una solución política parece una posibilidad lejana.

A continuación, el periodista ofrece una mirada a lo que pudo observar y cómo la difícil situación venezolana se asemeja a lo vivido en Cuba.

SUFRIMIENTO Y AUSTERIDAD

El "período especial" está dolorosamente grabado en la memoria colectiva de Cuba.

El término remite a los años que siguieron al colapso de la Unión Soviética. Y en la isla comunista es sinónimo de hambre, sufrimiento y austeridad.

Al perder a sus benefactores en Europa del Este, Cuba enfrentó serias dificultades para alimentar a su gente.

Y las impactantes historias de esos aciagos días abundan en la isla: de gente que tuvo que vender reliquias familiares para comprar comida, de gatos callejeros convertidos en parte del menú.

Más allá de si esas historias son apócrifas o no, no se puede negar que desde el punto de vista económico Cuba estaba prácticamente de rodillas.

Y el país caribeño siguió así hasta que un exmilitar de izquierda llegó al poder en Venezuela.

Con Hugo Chávez en la presidencia del país con las mayores reservas petroleras del mundo, las cosas empezaron a mejorar rápidamente en la vecina Cuba.

Chávez estableció una estrecha alianza con el líder cubano Fidel Castro y empezó a llenar el vacío dejado por los soviéticos.

De los dos aliados socialistas, sin embargo, el que actualmente atraviesa los mayores problemas es Venezuela.

FILA TRAS FILA

Habiendo vivido en Venezuela durante los mejores momentos del gobierno de Chávez -cuando el barril de petróleo superaba los US$130- y regresado por última vez a Caracas en abril de 2013 -cuando Nicolás Maduro fue electo presidente- ver lo rápido que se han deteriorado las cosas me causó una fuerte impresión.

Venezuela siempre ha sido un lugar particularmente caótico, pero nunca la había visto así.

La primera fila, que se extendía por más de una cuadra, nos la encontramos nada más salir del aeropuerto, en el oeste de la capital.

Y no tuvimos que esperar mucho antes de encontrar muchas más.

Como sucede en Cuba, el gobierno subsidia y controla los precios de muchos productos básicos.

Pero, como resultado de la escasez y de la inflación galopante, ahora cientos de miles de venezolanos pasan sus días fuera de las tiendas, esperando por la llegada de harina, pan, aceite, pañales y papel higiénico.

Y, como se pueden imaginar, en esas circunstancias muchos pierden fácilmente los estribos.

"BACHANQUEROS" Y EL MERCADO NEGRO

"Nosotros no vendemos productos subsidiados", nos cuenta Sonia, una tendera de 40 años que nos ha facilitado un refugio en el cual protegernos de los empujones que se están multiplicando en la calle que pasa frente a su tienda.

Mientras observamos desde la azotea, a una distancia prudente de los soldados que quería confiscar nuestras cámaras y evitar que filmáramos la escena, Sonia recuerda que hace ella y su esposo primero se decepcionaron cuando, hace algunos años, no obtuvieron la concesión para vender productos regulados por el gobierno.

Pero ahora, dice, eso los ha salvado de la locura con la que sus competidores del otro lado de la calle tienen que lidiar a diario: tropas armadas y turbas desesperadas agolpándose a su puerta, la amenaza constante de saqueos pendiendo sobre sus cabezas.

"La gente puede terminar matándose en ese tipo de situaciones", comenta, mientras los ojos empiezan a llenárseles de lágrimas.

"Es triste, muy triste, tener que vivir así. Nosotros tenemos dos hijas y a veces incuso nosotros tenemos que recurrir al mercado negro", confiesa.

Mientras miramos como las tropas empiezan a restablecer el orden, Sonia señala a alguna gente a la que acusa de ser "bachaqueros": especuladores que no hacen fila para comprar alimentos para sus familias, sino para revenderlos.

En Cuba el mercado negro de productos básicos ha sido una constante por décadas y el fenómeno ahora también se ha vuelto bastante común en Venezuela.

"Pero los venezolanos somos gente buena", dice Sonia. "En verdad no nos merecemos nada de esto", agrega.

'DICTADORZUELO'

Mientras esto ocurre, el presidente venezolano Nicolás Maduro viajó a Cuba a buscar apoyo en su guerra de palabras con Luis Almagro, el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Almagro advirtió recientemente que el presidente venezolano se estaba convirtiendo en "un dictadorzuelo más" y convocó a una reunión especial del organismo invocando la Carta Democrática de la organización hemisférica.

Y Cuba se puso del lado de Maduro en su disputa con Almagro.

Y tal vez Nicolás Maduro notó la ironía mientras abandonaba la isla, recientemente visitada por Barack Obama: un país que recibe como amigo a un presidente estadounidense mientras el otro ve como su economía está al borde del colapso.

Es posible que el período especial venezolano apenas esté empezando.

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