Los equipos chinos pagarán el doble por comprar estrellas de fútbol después de que las autoridades anunciaron regulaciones diseñadas para frenar el gasto excesivo, que amenaza con crear una burbuja en el mercado global de jugadores valuado en US$5.000 millones.
Los clubes que pierden dinero y compran jugadores estarán obligados a pagar una suma equivalente a un fondo diseñado para promover el desarrollo del fútbol soccer en China, una prioridad del gobierno del presidente Xi Jinping. La medida podría limitar la capacidad de los equipos para hacer adquisiciones caras y frenar el flujo de reclutas extranjeros.
"Todos los clubes deben contribuir al interés general del desarrollo saludable del fútbol chino", según el comunicado. La nación asiática fue la quinta que más gastó en jugadores en 2016, por detrás de Inglaterra, España, Alemania e Italia.
China ha surgido recientemente como un gran inversionista en el fútbol mundial: algunos de sus líderes empresariales más ricos y empresas están comprando equipos en el país y en el extranjero. Los mejores jugadores sudamericanos y europeos han sido atraídos allí, ya que los equipos pagan algunas de las tarifas de transferencia más altas del deporte, junto con salarios muy superiores a los que se ofrecen en otros lugares.
El cambio regulatorio del jueves se produce semanas antes de la apertura de la temporada de transferencias de verano, el período más activo para el comercio mundial de jugadores. Más nombres de estrellas, entre ellos Diego Costa, delantero del Chelsea, han estado vinculados a transferencias lucrativas a China.
El cambio de reglas probablemente afecte a la mayoría, si no todos, los clubes de la Super Liga China, que tuvieron un ingreso combinado de 1.500 millones de yuanes (US$220 millones) en 2016, según la agencia estatal de noticias Xinhua. Esos ingresos no son muy altos en comparación con los US$450 millones gastados en reclutar talento extranjero el mismo año. Millones más han sido pagados en salarios a jugadores como Carlos Tévez, un delantero argentino que está llegando al final de su carrera, cuyo equipo de Shanghai le está pagando más que cualquier otro jugador en todo el mundo.
Las autoridades chinas advirtieron a los clubes sobre los gastos imprudentes antes. A principios de este año, el gobierno pidió a los equipos en una declaración que enfriaran el "gasto irresponsable". Poco después, se aprobó una nueva ley para reducir el número de jugadores extranjeros permitidos por escuadra.
También se pidió a los equipos evitar los llamados contratos "yin-yang" con los jugadores, en los que los detalles financieros presentados al gobierno difieren de los acordados.
Fuente: Bloomberg.
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