La economía de Estados Unidos incumplió las estimaciones de crecimiento de 3% fijadas por el gobierno del presidente Donald Trump, al expandirse a su ritmo anualizado más lento en tres años en 2019 porque las tensiones comerciales deterioraron los volúmenes de inversión de las empresas.
La economía creció un 2,3% el año pasado, dijo el jueves el Departamento del Comercio, su nivel más bajo desde el 2016 y que sigue a la expansión de 2.9% vista en 2018.
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La meta de crecimiento de 3% de la Casa Blanca ha sido esquiva a pesar del recorte de impuestos por US$ 1,5 mil millones que impulsaron el gobierno y legisladores republicanos, una iniciativa que según Trump ayudaría a sostener una expansión de la actividad que se había ubicado persistentemente por debajo de los objetivos.
El reporte del jueves sobre el desempeño del Producto Bruto Interno (PBI), sin embargo, indicó que la economía mantuvo un ritmo moderado del crecimiento de 2,1% en el cuarto trimestre, gracias a una menor cuota de importaciones.
Los datos sugieren también que los tres recortes de tasas de interés que aplicó la Reserva Federal en 2019 ayudaron a mantener la expansión más prolongada en la historia del país, ahora en su undécimo año, y a evitar un enfriamiento de la actividad.
El miércoles, la FED decidió dejar sin cambios sus tasas de interés. El presidente del banco central, Jerome Powell, dijo a periodistas que el organismo esperaba que el “crecimiento económico moderado continúe” pero también mencionó riesgos, como el reciente brote de coronavirus en China.
La guerra comercial de 18 meses con China avivó temores el año pasado a una recesión en Estados Unidos.
Aunque el panorama ha mejorado este mes con la firma del pacto comercial de Fase 1 con Beijing, los economistas no esperan un impulso a la economía mientras sigan en vigencia los aranceles estadounidenses sobre importaciones de productos chinos por US$ 360.000 millones, alrededor de dos tercios del total.
El crecimiento de 2,1% en el cuarto trimestre fue igual al del periodo julio-septiembre, ya que los menores costos de endeudamiento alentaron las compras de vehículos motorizados, casas y otros ítems de alto costo. El crecimiento también fue ayudado por el gasto fiscal que compensó en parte por el rezago generado por acumulación de inventarios.
En otro reporte divulgado el jueves, el Departamento del Trabajo, el número de estadounidenses que presentó nuevas solicitudes de subsidios por desempleo bajó la semana pasada, lo que apunta a una fortaleza sostenida en el mercado laboral.
Los pedidos iniciales de beneficios estatales por desocupación se redujeron en 7.000 a una cifra desestacionalizada de 216.000 en la semana al 25 de enero. Economistas consultados por la agencia Reuters habían proyectado que la cifra fuera de 215.000.