(AP) La Organización Mundial de Comercio (OMC) redujo su pronóstico de crecimiento del comercio en aproximadamente un tercio hasta su nivel más bajo desde 2009, cuando la economía mundial estaba sumida en la recesión provocada por la crisis financiera.
La OMC dijo que el auge de las tendencias contra la globalización podría agravar la situación, sobre todo si los gobernantes responden de manera "equivocada". La organización dijo que el comercio mundial aumentará 1,7% este año, comparado con su pronóstico de 2,8% emitido en abril.
Dijo que la reducción se debía en gran medida a una caída inesperadamente brusca de los volúmenes de comercio de mercancías en el primer trimestre. El menor crecimiento económico y comercial de países como Brasil y China, junto con la desaceleración de importaciones en Estados Unidos y Canadá, eran la razón principal de la reducción.
Si el pronóstico de la OMC resulta acertado, será la primera vez en 15 años que el comercio global crece más lentamente que la economía mundial, cuyo crecimiento pronosticado es de 2,2%.
"La drástica desaceleración del crecimiento del comercio es grave y debería servir de llamado de atención", dijo el director general de la OMC, Robert Azevedo. "Es preocupante sobre todo en el contexto del sentimiento creciente contra la globalización".
"Tenemos que asegurarnos de que esto no se traduzca en políticas equivocadas que pudieran agravar la situación", añadió en alusión a la creación de empleos y el crecimiento económico.
Además de reducir su pronóstico para 2016, la OMC rebajó su proyección para el año próximo a entre 1,8 y 31,%, comparado con la proyección anterior de 3,6%.
La OMC advirtió sobre una serie de riesgos, como las consecuencias de la decisión británica de abandonar la Unión Europea, que ha acrecentado la incertidumbre sobre las relaciones comerciales en una región donde el comercio internacional ha sido relativamente fuerte.
Otras incertidumbres incluyen la volatilidad de los mercados financieros provocada por los cambios en la política monetaria de los países desarrollados: la Reserva Federal estadounidense se apresta a elevar las tasas de interés al tiempo que los bancos centrales europeo y japonés podrían reducir los costos del crédito.