El domingo se llevó a cabo las elecciones primarias en Argentina. Tras conocerse los resultados oficiales, el lunes los mercados financieros del país se derrumbaron tras la gran diferencia entre la oposición representada por Alberto Fernández y la que logró Mauricio Macri, actual presidente del país.
El lunes, el tipo de cambio alcanzó los 60 pesos por dólar, una inusual subida del 24,45% como reacción a los resultados electorales previos. Al cierre de la sesión, el peso argentino registró una depreciación del 15,27% y cerró 52,15/53,50 por cada dólar. Los agentes financieros coincidieron en que la jornada de ayer fue una de las más tensas desde las crisis vividas en 2001 y 1989.
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La enorme incertidumbre que existe en los mercados por el posible triunfo del partido al que representa Cristina Fernández, caracterizado por sus políticas intervencionistas, obligaron al banco central (BCRA) a vender reservas propias, por primera vez desde septiembre de 2018, para aumentar la oferta de dólares en la plaza bursatil argentina. Asimismo, se subastó bonos del Tesoro.
"Ya el contexto internacional es bastante malo para América Latina por la guerra comercial. La devaluación de la moneda china y ahora el triunfo del peronismo en Argentina, conocido por ser intervencionista, ha asustado al mercado y todos se están refugiando en una moneda fuerte como el dólar, todo ello ha producido una elevación brusca", señala Guillermo Dulanto, profesor de la Universidad de Piura (UDEP).
¿POR QUÉ SUBE EL TIPO DE CAMBIO?
En la mayoría de las economías latinoamericanas se maneja un tipo de cambio flotante (México, Perú, Colombia o Argentina, entre otras). En otras palabras, esto quiere decir que el tipo de cambio se establece en función de la interacción de la demanda y la oferta en el mercado, sin la intervención del Estado, como ocurre en un sistema de cambio fijo donde es este último quien informa que el valor de la moneda pasará de un valor a otro.
Argentina tiene un tipo de cambio flotante; por ello, los recientes acontecimientos políticos cambiaron las expectativas de los agentes económicos y la incertidumbre en el mercado sobre el futuro de las políticas en materia económica. Esto ha aumentado la percepción del riesgo en los inversionistas, lo cual ha ocasionado que el tipo de cambio suba (porque funciona como un activo refugio) y por ende, el peso argentino se deprecie.
"Al escenario internacional y de política local que se vive en Argentina, el país tiene un problema más con el aumento de la tasa de interés de la deuda que mantiene Argentina para compensar un mayor riesgo y eso está pasando factura al tipo de cambio argentino. Una medida drástica que podría tomar el Banco central es subir las tasas de interés y dejar que el tipo de cambio suba y así evitar la salida de dólares, ", advierte el catedrático de la UDEP.
La bolsa argentina registró ayer una caída de 32%, donde el índice S&P Merval—que mide el valor en pesos de una cartera de acciones que cotizan la bolsa argentina— caía el lunes 32,49 %. Cabe señalar que el viernes la plaza bursátil cerró con una fuerte subida del 7,94 % que los mercados interpretaron como una cuota de confianza por parte de los inversionistas en la políticas de Macri.
Todas las empresas líderes que cotizan en la bolsa cayeron cerca del 50%, las energéticas Edenor (-43,26 %), Central Puerto (-42,89 %) o el Grupo Financiero Galicia (-42,19 %).
Sin embargo, el mismo lunes se firmó oficialmente el prestamos de US$ 500 millones del Banco Mundial para financiar "políticas de desarrollo inclusivo".
Se esperaría que esta señal de confianza por parte de la entidad internacional refuerce los planes del gobierno de Macri y pueda sumar puntos para las elecciones finales del octubre.