Las ventas presenciales minoristas en Santiago de Chile y la región Metropolitana cayeron un 18,5% en noviembre, tras 70 días desde que comenzó el estallido social en Chile, que ha dejado al menos 24 fallecidos, según informó este jueves la Cámara Nacional de Comercio (CNC) del país sureño.
Los datos agudizan la tendencia bajista provocada por el efecto en el comercio de la revuelta social contra la desigualdad y modelo socioeconómico del país austral, que principalmente afectaron a la capital chilena.
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El descenso en noviembre de 18,5%, en relación al mismo periodo de 2018, conlleva una baja del 16,4 % real anual en términos de locales equivalentes, mientras que entre enero y noviembre la caída es del 5,4% en términos de locales equivalentes y del 4,2% en cuanto a ventas totales locales del sector.
En agosto pasado había roto los números rojos que dominaron desde el inicio del año, pero septiembre volvió a ser negativo y en octubre, con el inicio del estallido social el 18 de ese mes, las ventas cayeron de forma drástica.
La influencia de las protestas se vio reflejada en las estadísticas tanto en octubre como en noviembre, y la previsión es que diciembre también muestre en sus datos este contexto social a pesar de la época navideña.
“Los resultados de noviembre en las ventas presenciales del retail vuelven a dar cuenta del fuerte efecto de la crisis que está viviendo el país desde el 18 de octubre. De esta manera las ventas minoritas marcan una fuerte baja en noviembre de 18,5% en línea con la caída de octubre, dando cuenta ya de dos meses donde el sector ha sido fuertemente golpeado en sus resultados”, expresaron desde la CNC.
En cuanto a los diferentes sectores que se estudian, las ventas minoristas, los artefactos eléctricos son los productos más afectados (-29,1%), seguido de muebles (-28,9%), calzado (-28,4%), línea de hogar (-26,3%), vestuario (-20,9%) y supermercados tradicionales (-11,7%).
La crisis, que se detonó por la subida del precio del pasaje del metro de Santiago, se convirtió luego en un clamor popular contra el desigual modelo económico chileno y ha provocado miles de heridos, además de graves denuncias contra las fuerzas de seguridad por supuestas violaciones de los derechos humanos.
Las marchas empezaron siendo multitudinarias y pacíficas, pero fueron perdiendo peso con los días y empezaron a sucederse episodios de extrema violencia con saqueos, incendios y barricadas en distintas zonas del país.