Una gran mancha de basura se extiende por las aguas del giro del Pacífico Norte, ubicado entre Estados Unidos y Japón. También conocida como la sopa tóxica, contiene alrededor de 100 millones de toneladas de plástico, que proviene, en su gran mayoría, de la basura de la tierra (80%).
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Entonces, para combatir los residuos que se acumulan en el océano por medio de barreras flotantes, el estudiante holandés de ingeniería aeronáutica Boyan Slat lanzó una campaña por Internet que consiguió recaudar US$2,15 millones en 100 días.
A través de su campaña The ocean clean up (La limpieza de los océanos) -que ya recibió la distinción Campeones de la Tierra por parte del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente- 38.615 personas de 160 países coincidieron con su innovadora propuesta y sumaron sus donativos.
¿De qué se trata su plan? A través de la instalación de unas barreras flotantes en forma de "V" -ubicadas de forma estratégica en zonas del Pacífico Norte- se recolectará la mayor cantidad de desechos, arrastrados por los vientos y las corrientes de mar.
"Una vez reunidos, se extraen del agua gracias a una plataforma que los succiona y genera su propia energía con el sol y las olas, El conjunto tiene unos 100 kilómetros de envergadura y dado que la persiana de la barrera llega solo hasta tres metros de profundidad, la vida sigue su curso por debajo", explicó, tal como lo señala el medio español "El País".
¿Qué inspiró las acciones de este joven de 20 años? Tal como narra Slat, encontrar más artículos plásticos que peces en las aguas de Grecia durante sus vacaciones hace cuatro años, fue la experiencia que gatilló su accionar.
Según sus estimaciones, se podrían recoger 65 metros cúbicos diarios de material tóxico. Si bien su teoría ha recibido el apoyo de una parte de la comunidad de oceanógrafos, otro grupo considera que su plan dañará la vida salvaje.