MARCELA MENDOZA
El 2013 no fue un año sencillo para la compañía Apple, pero tampoco fue tan malo como sus adversarios anhelaban, sobre todo porque, acompañado de algunas reducciones en sus precios, logró vender más y se mantuvo en la cresta de la ola a pesar de no ofrecer innovaciones revolucionarias.
No crearon ninguna categoría nueva que nos dejara sin aliento, como logró su fundador cuando apareció con el iPod o el iPad, pero montaron las estrategias que hacían falta para mantener a los Apple fanáticos satisfechos. Las novedades llegaron a medio año con una Macintosh renovada al gusto de sus exigentes seguidores y se completaron el último trimestre cuando las nuevas versiones de su teléfono y notebook salieron con una versión un poquito más económica de lo habitual en la marca tratando de esta manera de acercarse a esos mercados emergentes en donde tan bien le va a su competidor más cercado, el androide travieso.
BUENO Y NO TAN BUENO
El 2013 empezó con caídas en las acciones y miedos en torno a la pérdida del espíritu Jobs pero se recuperó con los anuncios del segundo semestre y todo indica que este lunes, cuando se presenten los resultados financieros del último trimestre del año, la compañía de Cupertino alcance ingresos de entre US$55.000 y US$58.000 millones, lo que les asegurará un cierre de año positivo.
No en vano 44 analistas internacionales, citados por la revista Fortune, aseguran que se venderán 16% más iPhones este año (55 millones en total), que se mantendrán como líderes en el segmento tabletas, en donde ostentan un 29,7% del mercado frente a su cabizbajo rival coreano que solo alcanza 17,4%, y que las Mac, con sus treinta años recién cumplidos, se comportarán tal y como se había previsto.
El penúltimo trimestre del año, Apple tuvo buenas y no tan buenas noticias. No se trata de que ya el 60% de las ventas sean fuera de Estados Unidos o de que son el mayor comprador de chips del mundo, según un informe de la consultora IHS Technology.
Pasa que vendieron más, pero ganaron menos. En su reporte afirmaron que se habían logrado ventas por US$37,5 mil millones con una ganancia neta de US$7,5 mil millones, 8,6% menos que el mismo periodo del año anterior. La menor ganancia no se produjo porque se vendieran menos iPhone – de hecho vendieron 7 millones de teléfonos más y superaron la valla de los 33 millones – sino porque se arriesgaron a hacer lo que no habían hecho con Steve vivo: bajar un poquito sus precios para atraer nuevos compradores sin perder su estatus de aspiracionales.
SOBRE RUEDAS
Para este 2014 Tim Cook, consejero delegado de Apple, espera cosas buenas. Por un lado están siguiendo la tendencia imperante entre los gigantes tecnológicos de diversificarse. Ya no se trata de ser el que vende las computadoras más potentes ni de batir records en ingresos en su tienda virtual (los clientes de App Store gastaron más de US$10 mil millones en el portal el 2013) sino de entrar en terrenos nuevos, como los autos inteligentes, las tarjetas de pago electrónico y la robótica.
La visión, parece ser, es girar hacia lo que el usuario necesita más allá de su dispositivo de bolsillo y orientar el negocio en un nivel adicional al que ser solo diseñador de aparatos de comunicación sugiere. ¿Nos traerán sorpresas innovadoras? La amplia gama de fanáticos de la manzana no perdonará un status quo, porque para ellos nada es más importante que el amor pr el diseño que su líder marco y porque, finalmente, como repetía Jobs, “la innovación es la que distingue a un líder de los demás”.