Industria petrolera no aplica tijera sino guadaña a los costos
Industria petrolera no aplica tijera sino guadaña a los costos

Mad Dog, el proyecto de BP Plc en el Golfo de México, podría ser la Prueba N° 1 en la guerra de la industria contra los costos. Cuando el coloso petrolero británico anunció la segunda etapa del proyecto en 2011, fijó el precio en US$20.000 millones. El mes pasado, después de simplificar sus planes y gracias a una marcada caída de los precios de todo, del acero a los servicios de perforación, el máximo responsable Bob Dudley dijo que podía hacer la obra por US$9.000 millones.

En toda la industria, las compañías han pasado la guadaña a los gastos, recortando los costos para el período 2015-2020 en US$1 billón a través de las reducciones de personal, el aplazamiento de proyectos, la modificación de las técnicas de perforación y la presión a los contratistas externos, según la consultora Wood Mackenzie Ltd. Esto funcionó como un colchón para las empresas al desplomarse el petróleo un 60 por ciento desde 2014. Ahora los productores intentan demostrar que pueden mantener ese ahorro, mientras que los proveedores de servicios tratan de revertir sus pérdidas.

Los costos de la industria “podrían ser la cuestión definitoria en los próximos seis a doce meses”, dijo J. David Anderson, analista de Barclays en Nueva York. “Conforme uno aumenta la producción, la realidad es que va a necesitar más servicios y estos van a tener que venir a un precio más alto”.

BP, que tiene su sede en Londres, prevé que el 75 por ciento de sus reducciones se podrán mantener aun cuando el petróleo se recupere, les dijo Dudley a los inversionistas en julio. En los informes de utilidades del último mes, las empresas estadounidenses de explotación de shale dijeron que por lo menos la mitad de su ahorro responde a mejoras permanentes de la eficiencia. Pero proveedores de servicios como Schlumberger Ltd. y Halliburton Co., que realizan la mayor parte de la perforación y la fractura hidráulica en todo el mundo, cuentan otra historia: puede que hayan rebajado sus tarifas para seguir operando durante el desplome del petróleo, pero esos descuentos eran temporales.

“Las negociaciones de precios han sido una pelea de bar”, declaró Jeff Miller, presidente de Halliburton de Houston, en una llamada en conferencia del 20 de julio. “Pero creemos que los precios se recuperarán”.

Quién tenga la razón es algo que podría tener grandes implicancias para la industria petrolera y la economía en general.

El petróleo de referencia en los EE.UU. trepó casi 20 por ciento desde que cerró por debajo de los US$40 el barril y cayó en un mercado bajista este mes. La variedad se negociaba a US$47,23 a las 9:15 hora de Nueva York el jueves.

“Muchas de las medidas que tomamos son lo que podríamos llamar acciones de autoayuda, modificar nuestra forma de trabajar”, dijo Stephen Riney, director de finanzas de Apache Corp., empresa de exploración petrolera de Houston. “Estas son cosas que no dependen del precio que fijen terceros”.

Si bien la industria se ha vuelto más eficiente, es probable que devuelva la mayor parte de los aumentos, señaló Pritesh Patel, director de exploración y producción de la firma de investigación IHS Markit Ltd. Aproximadamente la mitad de la caída se produjo porque un dólar estadounidense fuerte redujo el precio relativo de los materiales y la mano de obra, añadió Patel. Los descuentos de los contratistas explican gran parte del resto, aseguró.

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