(Foto: Archivo)
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En el Perú, en la tierra del cebiche, el sudado, el tiradito, la parihuela y el chilcano, el consumo de pescado aumenta por Semana Santa. Al menos el 76% de la población peruana, que es la magnitud de los que profesan la religión Católica, consumirá pescado, en obediencia al acuerdo de la Conferencia Episcopal Peruana de ayuno y abstinencia de carne los días Miércoles de Ceniza y Viernes Santo.

Sin embargo, el consumo de pescado no solo se limita a la festividad religiosa, sino que se ha convertido en una celebración familiar.



Hay dos mercados mayoristas pesqueros que abastecen a Lima y el Callao: el terminal pesquero de Ventanilla y el de Villa María del Triunfo. Por ejemplo, a Ventanilla van a comprar pescado los encargados de los restaurantes, los vendedores minoristas y las familias. En este terminal se espera que, por Semana Santa, las ventas del recurso aumenten alrededor del 40%, pero la proyección de crecimiento sobre el número de asistentes es mayor.

Iván Arguedas, inspector de control de calidad de dicho terminal, que es gestionado por la empresa Felmo S.R.L., afirma que a diario acuden a esta plaza entre 1.500 y 2.000 personas, pero por Semana Santa se proyecta que la cifra pueda subir hasta 5.000 (150% más). 
La razón detrás de las expectativas de Arguedas es la convocatoria familiar que genera la compra de pescado. Según el especialista en control de calidad, el terminal es visitado por las amas de casa que hacen sus compras con sus hijos o con toda la familia.

“Por un tema cultural y de costumbre, el ama de casa acude a este mercado a comprar con su familia. No va exclusivamente a comprar, sino a mirar todas las especies que hay. Si vienes el Jueves o Viernes Santo vas a poder apreciar a una gran cantidad de gente”, dice.

Esta preferencia del público por el pescado podría explicar, en parte, el crecimiento en 9,2% del consumo per cápita de productos pesqueros y acuícolas en el último año. Según el Ministerio de la Producción (Produce) y la Sunat, el consumo por habitante de estos recursos pasó de 23,05 kilos en el 2017 a 25,17 kilos en el 2018. 

Además son varias las recetas por las que comer pescado puede ser incansable. En el portal web Gastronomía Perú existen 79 platos cocinados a base de pescado. Pero la cifra puede superar los 1.000 en el buscador de Google y quedar corta si se toma en cuenta la cantidad de recetas que se elaboran con este recurso al interior del País. El año pasado, el quinto concurso "Come pescado con todo" del Ministerio de la Producción premió en Apurímac a Úrsula Idrugo Monzón, por su plato “Pescado marinado en salsa blanca con quinua”.

INCENTIVAR EL CONSUMO
El gobierno realiza concursos como ese para incentivar el consumo de pescado que, si bien aumentó en el último año, cayó con respecto a hace cinco años (27,4 kilos por persona). Justamente, en las regiones del Perú donde es mayor la tasa de desnutrición y anemia, el consumo de pescado por habitante es menor. Lo curioso es que más de un tercio (37%) de los productos que se extraen del mar peruano, para consumo humano directo, se exporta y solo un 10% se importa.

PRECIOS
​De acuerdo con datos del INEI del 2018, en el mes de Semana Santa, los precios del pescado pueden llegar a subir hasta 30%. Arguedas estima que, en promedio, los precios del recurso podrían llegar a subir un 20% por varios factores.

En primer lugar, los vendedores minoristas y los restaurantes se abastecen con anticipación, para que llegado el día puedan generar ganancias. El segundo factor obedece al tipo de especie que se demanda y a la cantidad de recurso que ingresa al mercado durante la temporada.

Arguedas señala que en Ventanilla en su mayoría se venden los pescados más populares como el bonito, el jurel, la caballa y la merluza, y productos como la pota. Pero también hay mucha demanda de los peces conocidos como “los animales”, cuyos precios son más altos. Dichas especies son el pez aguja, vela, espada y marlin, provenientes de embarcaciones japonesas, que por su tamaño, de entre dos y tres metros, a la hora de limpiarse ofrecen un mayor porcentaje de carne que los peces de menor tamaño.

Según el Produce, desde ayer han empezado a subir los precios en el mercado mayorista de Ventanilla. En dicha plaza, el precio por kilo del bonito ha pasado de S/3,0 a S/3,5 (+16%), el del pescado lomo negro ha subido de S/5,0 a S/8,0 (+60%), el de la merluza de S/1,5 a S/2,0 (+33,3%) y el de la pota de S/3  a S/4 (+33,3%).

También, en el mercado mayorista de Villa María del Triunfo, el precio por kilo del bonito subió 66,7%, al pasar de S/3 a S/5 el kilo, el del jurel lo hizo en 100% al pasar de S/4,25 a S/8,5 y el de la lisa aumentó en 33,3%, al escalar de S/3 a S/4. Similar surte corrió con el precio del tiburón diamante, que pasó de S/8 a S/9. Sin embargo, en esta plaza, la pota ha bajado en 12,5% al pasar de S/4 a S/3,5.

Con la temporada encima, Arguedas sostiene que el mercado de Ventanilla está listo para recibir a todos los compradores. Este cuenta con el departamento de control de calidad, en el que él labora, y la policía pesquera, que son los encargados del orden en el terminal.

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