María Rosa Villalobos

El aumento de la demanda en los  comenzó aproximadamente hace diez años, concuerdan Jorge Yzusqui, gerente general de Innova Schools, y Gonzalo Galdós, presidente ejecutivo de Futura Schools.

Según los cálculos de Galdós, actualmente la clase media requiere de no menos de 400 colegios privados adicionales en el Perú. En el 2011, la necesidad no cubierta ya alcanzaba los 200 colegios. 

“La educación básica regular alberga alrededor de ocho millones de alumnos en el país. De ellos, un 30% asiste a escuelas privadas”, sostiene Yzusqui, quien calcula que solo en Lima hay unos 2 millones de escolares, tanto en centros estatales como particulares. 


La variable determinante para este incremento, aseguran ambos ejecutivos, fue la mejora económica del país y el crecimiento demográfico de la clase media emergente. Sin embargo, a la fecha, la brecha educativa privada todavía es significativa, pues los colegios tradicionales, incluyendo los parroquiales, no ampliaron su capacidad y las cadenas educativas existentes no crecieron con la intensidad requerida. 
La migración de alumnos de los colegios públicos hacia los privados se dio de manera paulatina, explica Galdós, pues las familias buscaban colegios más caros en el momento en que sus ingresos registraban alguna mejora. “Primero viran a la banda de S/100-S/150 [de mensualidad]. Luego, buscan colegios de S/200-S/250, y así sucesivamente”. 

En este contexto, cadenas como Innova y Futura identificaron una falta de oferta atractiva que varía entre los S/400 y S/450, en la que también se encuentran los colegios preuniversitarios que vivieron su propio ‘boom’ entre el 2007 y el 2008. Para Galdós, esto respondió al interés que desarrollaron los padres de familia por que sus hijos ingresaran a la universidad. “Los chicos entraban, pero no lograban un buen rendimiento por la mala base educativa que tenían”, explica. 

La creciente demanda también afectó a los colegios más caros y tradicionales de Lima, dando paso al desarrollo de otras instituciones con una mensualidad más elevada –entre S/1.200 y S/1.500– como el Lima Villa College o el Colegio Áleph, con la capacidad para atender a estos alumnos. 

Sea cual fuere el escenario, el precio es una variable importante para los padres al momento de decidir sobre la educación de sus hijos. “Los padres sí se fijan en los precios, pero sobre todo en [la ecuación] calidad y precio. También preguntan por la política de aumentos de los años siguientes”, afirma Rebeca Velasco, fundadora y directora de Lima Villa College. El servicio, continúa, es la variable diferencial entre colegios con precios similares. 

LOS OBSTÁCULOS
“La competencia está dinamizando el sector. El problema educativo en el país es tan grande que hay espacio para todos”, asegura Yzusqui. Sin embargo, para Velasco, será necesario que los colegios más chicos como los parroquiales o familiares se modernicen para poder sobrevivir en el tiempo a la competencia creciente. 

En cuanto a las dificultades que enfrenta el sector, la falta de terrenos es una limitante para la expansión del sistema educativo privado, pues un colegio requiere más de 1.000 m2. “Cada vez que haces una habilitación urbana tienes que, obligatoriamente, destinar una parte del terreno para efectos educativos. Esos espacios que no se utilizan podrían ser puestos en valor como colegios. Habría que encontrar la manera administrativa para transferirlos y lograr una gestión público-privada eficiente”, sostiene Galdós. 

Por otro lado, Wilmer Carrasco, presidente de la cadena Saco Oliveros, resalta que en provincias temas como el cobro de cupos y el sicariato también generan alerta en el rubro educativo. “El problema en el sur es menos agudo que en el norte del país”, afirma.

EL SECTOR PÚBLICO
Una cosa es que la educación sea pública y gratuita, y otra es que no tenga costo, sostiene Galdós. En ese sentido, critica que el ex ministro de Educación Jaime Saavedra haya asegurado que el Estado no pueda darle educación de calidad a los escolares por un costo de S/475, cálculo estimado por el Minedu del gasto por alumno para el sistema público. “Es increíble que en el sistema público no se pueda dar educación de calidad con ese monto. Puedes dar una buena educación por S/400 si tienes 30 colegios y una economía de escala. El Estado tiene alrededor de 60 mil colegios, pero lamentablemente falla como gestor”, refiere. 

Asimismo, sugiere trabajar en un sistema de vouchers, pues asegura que si un padre de familia tuviera un voucher de S/400 y pudiera elegir entre el público y el privado, se resolvería el problema de cobertura.  
Carrasco, por su lado, destacó la gestión de Saavedra , pero hizo hincapié en la exigente tramitología del Minedu, sobre todo en temas relacionados con la apertura de nuevas sedes.  

Opina igual Yzusqui, quien refiere que las licencias de construcción y funcionamiento, así como los trámites en general en el Minedu, toman de 10 a 12 meses. “La construcción de una sede puede tomar hasta un año. Un tiempo razonable para tener una licencia de construcción sería de treinta días. El tema de Indeci podría tomar 15 [días] y las resoluciones, tres meses”. No obstante, el ejecutivo reconoció que el ministerio se encuentra trabajando en la simplificación de procesos, que abarcaría tanto a las unidades de gestión educativa locales (UGEL) como a las direcciones regionales de educación (DREL).Por su parte, Velasco insistió en que se debe trabajar en la relación entre el sector público y privado. 

Con respecto a la gestión de la ministra Marilú Martens iniciada en diciembre pasado, todos los gestores educativos coincidieron en mostrarse expectantes. 

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