Las proyecciones para el 2018 indican que los precios de los minerales se mantendrán estables. (Fotos: El Comercio)
Las proyecciones para el 2018 indican que los precios de los minerales se mantendrán estables. (Fotos: El Comercio)

Se va el 2017 con una turbulencia política nunca antes vista en los últimos 15 años. El desempeño de la en el 2018 dependerá en parte de las alianzas partidarias y de la confianza en el nuevo Gabinete. Sin embargo, a esta turbulencia local se suman algunos elementos económicos internacionales.

Uno de ellos es la consolidación de Donald Trump como un presidente contrario al libre comercio. Trump insiste en que el “malestar de la globalización” (título del libro de Joseph Stiglitz) generado por las “malas” negociaciones comerciales de Estados Unidos ha golpeado a sus empresas. Por eso ha lanzado la mayor reforma fiscal de este siglo que hará que la presión fiscal sobre las empresas locales pase del 35% al 21%, lo que hará perder competitividad a las empresas peruanas en este mercado.

Debido a esa medida en el país del norte aumentarán las importaciones y caerá la inversión extranjera, por la revaluación del dólar. ¿Nos afectará esto? En parte sí, por eso debemos mirar un poco más a China.

En el 2017, las exportaciones de nuestra región a China crecieron en 30% y además triplicó a las mismas de Estados Unidos. Sin embargo, este crecimiento se debe más al factor precio de los minerales que a mayor volumen. El precio del hierro, por ejemplo, creció 27% y el del cobre 28%. Por eso, nuestra salud económica depende mucho más del crecimiento de China y algo menos del futuro del tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos. 

De hecho, de China depende uno de cada cuatro dólares exportados por el Perú el año pasado. Las proyecciones para el 2018 indican que los precios de los minerales se mantendrán estables y las importaciones de cobre concentrado de China que mantuvieron una tendencia creciente hasta abril permanecerán constantes.

Respecto del crecimiento de China, al parecer los estímulos fiscales y monetarios han logrado tener efecto, pues se estima que crecerá 6,3% en el 2018. Además, en el caso del país asiático, aunque el apetito por las materias primas continúa, el creciente interés por invertir en infraestructuras y servicios se va abriendo paso. Entre el 2001 y el 2016, China ha invertido más de US$12 mil millones en sus empresas afincadas en el Perú.

En el plano local, la proyección del crecimiento del PBI para el 2018, según el Banco Central, es de 4,2% por la expansión del sector construcción (reconstrucción y Juegos Panamericanos) y una mayor inversión minera. El sector de infraestructura crecería impulsado por las obras de ampliación del aeropuerto de Lima y la línea 2 del metro. 

Estas obras serán vitales, por lo que a los sectores Transportes y Vivienda les corresponde impulsarlas.

¿Qué debemos hacer para alcanzar estos resultados? Es primordial reducir al máximo la incertidumbre política. Para esto se debe conformar un gabinete ministerial consensuado que ofrezca garantías de estabilidad. Para los pequeños y grandes empresarios, locales y extranjeros, la confianza en que hay un futuro bueno o malo pero predecible es lo principal.