En pocas palabras, agosto ha sido un mes bastante volátil para el mercado de valores este año. En este artículo, intentaré describir en términos prácticos cómo nuestro análisis técnico del mercado de valores, combinado con el análisis fundamental de los datos económicos, da como resultado nuestro análisis cuantitativo y repetitivo de los mercados financieros. Nuestro análisis cuantitativo tiene como objetivo posicionar nuestras carteras en la misma dirección que el mercado de valores, nunca en su contra. Tiene sentido, pero no mucha gente lo hace.
Varios factores han influido en el comportamiento del mercado de valores durante agosto:
- Expectativas sobre las tasas de interés: los inversores están siguiendo de cerca a la Reserva Federal (Fed), anticipando el primer recorte potencial de las tasas de interés en septiembre.
- Datos económicos: las señales económicas mixtas, como los datos débiles de la industria manufacturera y el empleo, inicialmente causaron preocupaciones sobre una posible recesión. Sin embargo, los reportes de ganancias positivas ayudaron a estabilizar el mercado, al menos por ahora.
- Eventos globales: una subida de tasas sorpresiva del Banco Central en Japón se sumó a la volatilidad, afectando a los mercados globales y contribuyendo a la venta masiva inicial de acciones estadounidenses.
- Patrones estacionales: históricamente, agosto y septiembre han sido meses mixtos para las acciones, sin un sesgo direccional sólido. Esto puede generar movimientos de mercado impredecibles. Cabe señalar que septiembre es históricamente el mes más negativo para las acciones de bolsa.
- Volúmenes de negociación bajos: como muchos operadores están de vacaciones, los volúmenes de negociación suelen ser más bajos en agosto, lo que puede amplificar las oscilaciones del mercado y aumentar la volatilidad.
En mi último artículo del 2 de agosto, escribí: “Sigo siendo optimista a largo plazo (6-12 meses). Sin embargo, para alcanzar el objetivo a largo plazo, primero debemos atravesar períodos de mediano y corto plazo, que asumo serán volátiles.”
El posicionamiento de nuestras carteras refleja nuestro optimismo a largo plazo y prudencia a mediano y corto plazo mientras que nos acercábamos al mes de agosto y, ahora, al volátil mes de septiembre. Este es el posicionamiento que indica nuestro análisis cuantitativo.
Desde una perspectiva técnica práctica, estamos a finales de agosto, con el Dow Jones saliendo de su máximo histórico, el S&P todavía muy cerca de su máximo histórico y el Nasdaq sigue luchando y rezagado a medida que los operadores salen de las acciones tecnológicas de gran capitalización (Big Cap Tech). Durante agosto, el mercado de valores no ha sido benigno con aquellos que se han mantenido leales a sus posiciones en las grandes empresas tecnológicas, pero muchas acciones de otros sectores de la economía se han beneficiado de la reciente rotación de capital. Estas acciones han impulsado la recuperación desde el mínimo alcanzado a principios de agosto, reflotando el índice S&P 500 llevándolo muy cerca de su máximo histórico al día de hoy.
La indicación del análisis cuantitativo es que probablemente el mercado de valores se mantendrá dentro de un rango limitado y se moverá horizontalmente a medida que el país se acerca al día de las elecciones el 5 de noviembre, y la incertidumbre se disipe. El S&P 500 puede volver a tocar los mínimos de agosto, pero dudo que entre en un mercado bajista, aunque sea de corto plazo.
TE PUEDE INTERESAR | Ripley cierra locales en Piura y Jr. de la Unión: ¿por qué y en qué se enfocará? La cadena responde
Durante agosto, los tres sectores con mejor desempeño fueron los servicios públicos (XLU), los bienes básicos de consumo (XLP) y el sector inmobiliario (XLRE). Estos son los sectores más defensivos de la economía estadounidense. Este tipo de liderazgo se asocia con inversores cautelosos y una economía en transición hacia un PIB en descenso.
Los líderes mencionados fueron seguidos por tecnología (XLK), atención médica (XLV), finanzas (XLF), industria (XLI), materiales (XLB), comunicaciones (XLC), consumo discrecional (XLY) y energía (XLE), el único sector con desempeño negativo durante el mes.
¿Qué hace falta técnicamente para que el mercado de valores mantenga la tendencia alcista y evitar un mercado bajista? El liderazgo de los sectores de tecnología y consumo discrecional. Esto es importante porque la primera representa el 50% del índice Nasdaq 100, y el segundo representa alrededor de 5/8 del PIB. También necesitamos que la volatilidad se mantenga baja. La tendencia de volatilidad de corto plazo acaba de volverse bajista, mientras que la de mediano plazo sigue siendo alcista. La primera es buena para las acciones, mientras que la segunda no.
¿Cómo conectamos el comportamiento del mercado de valores con los datos económicos?
Entremos en materia. La economía es más robusta de lo que pensábamos. A pesar de las revisiones a la baja en varias categorías, el crecimiento del PIB del segundo trimestre se revisó al alza, del 2,8% al 3,0%. Como suele suceder, los consumidores acudieron al rescate. Los tres componentes del consumo (bienes duraderos, bienes no duraderos y servicios) se revisaron al alza, lo que elevó la tasa de consumo general del 2,3% al 2,9%, más que suficiente para compensar las revisiones a la baja en otras áreas.
El PCE es el dato de inflación que le gusta examinar a la Fed. El PCE y el subyacente de julio aumentaron un 0,2%, como se esperaba. El PCE anual se mantuvo sin cambios en el 2,5%, mientras que el subyacente se mantuvo sin cambios en el 2,6%, una décima mejor de lo esperado. Después de los datos benignos del CPI y el PPI, se esperaba una lectura positiva del PCE. Esto es importante porque son números favorables para la Fed y respaldan la decisión del FOMC de comenzar a relajar la política monetaria en la próxima reunión.
En general, las materias primas, incluido el cobre y el petróleo, muestran tendencias bajistas, lo cual respalda el caso anterior respecto a la desaceleración de la inflación. Sin embargo, el PIB se revisó al alza. Por lo tanto, ¿Cuál es el motivo para que la Fed baje las tasas de interés si la economía no está en problemas? Quizás porque el desempleo está aumentando y adicionalmente tenemos una elección presidencial en dos meses, que la vicepresidente en ejercicio quiere ganar.
LEER TAMBIÉN | Apparka, antes Los Portales Estacionamientos: “En el 2025 deberíamos abrir una operación de ‘parking’ en otro país”
Conclusión: el recorte de tasas en septiembre ha sido claramente anunciado. En mi último artículo, mencioné que la pregunta es, ¿qué sucederá después de septiembre? La pregunta sigue siendo válida. Incluso si la Fed cambia de postura y no recorta las tasas después de septiembre, mientras el PIB se acelere y la inflación continúe en una tendencia a la baja, aunque ambas tendencias sean muy leves, la economía entraría en la Fase I.
El mercado de valores no colapsa cuando los mercados financieros anticipan que la economía entrará en la Fase I (análisis cuantitativo). En esta situación la bolsa se mueve bruscamente hacia arriba. Para que esto suceda, primero debe ocurrir la rotación de capital mencionada anteriormente, y la tendencia de volatilidad debe continuar debilitándose (análisis cuantitativo).
Es de suma importancia observar estos movimientos además de la inversión de la curva de rendimiento, que ahora está casi plana, para determinar la dirección de la próxima tendencia del S&P 500. Los datos correspondientes a crecimiento económico, inflación y política monetaria (análisis fundamental) deben coincidir con el análisis cuantitativo. De este modo podremos determinar cuánto capital es prudente asignar a inversiones de riesgo buscando altos rendimientos o protección de capital en las carteras.
En el caso que hoy nos ocupa, tanto el análisis cuantitativo como el fundamental, indican que es probable que las acciones de bolsa permanezcan dentro de un rango de precio limitado, pero con volatilidad y tendencia a subir. La palabra clave es “probable” debido a que los mercados financieros solo admiten caculos de probabilidad. Todo es posible, sin embargo, lo importante es poder determinar el grado de probabilidad de un escenario posible. Sin un análisis cuantitativo eficiente y sin comprender los movimientos internos que determinan la tendencia de los mercados financieros, es jugar ciegamente un juego de altísimo riesgo.