Hace unos meses, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) decretó restricciones a la tercerización laboral, la cual entrará en vigencia en agosto. Esta medida no solo vulnerará el empleo especializado de la gran mayoría de trabajadores bajo esta modalidad, sino que además afectará significativamente la competitividad empresarial.
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¿Cómo funciona?
La tercerización laboral es la especialización del trabajo. Por ejemplo, Tesla, empresa pionera en la producción de autos eléctricos, no diseña todos los insumos de sus vehículos. Los vidrios inteligentes que utiliza, los diseña y fabrica la empresa peruana AGP, especialista mundial en vidrios de alta tecnología. Lo mismo ocurre cuando las empresas mineras subcontratan a especialistas de talla mundial en explosivos.
¿Por qué es importante?
En general, la tercerización laboral está asociada a una mayor productividad porque permite el aprovechamiento de la experiencia de las empresas especializadas, al mismo tiempo que brinda una adecuada flexibilidad a las empresas usuarias frente a escenarios cambiantes. Por ejemplo, una empresa petrolera no requiere hacer perforaciones todo el tiempo. Sin embargo, cuando las hace, optará por subcontratar a los mejores perforistas del mundo.
¿Esta medida es exclusiva del Perú?
Entre los países de la OECD, solo México prohíbe la tercerización. Los resultados de este cambio han sido negativos. De 5 millones de trabajadores contratados bajo esta modalidad, solo 2.7 millones fueron incorporados a las planillas de las empresas usuarias. La restricción a la tercerización también se dio en Ecuador y Bolivia, perjudicando a los trabajadores que intentaban beneficiar.
Entonces, ¿cuál es el problema?
Es innegable la existencia de casos en los que se haya abusado de la tercerización laboral en perjuicio de algunos trabajadores. Sin embargo, el problema de fondo está en la incapacidad de las autoridades competentes para identificar y sancionar a las empresas infractoras. En el Perú, existen aproximadamente 1,000 empresas de tercerización. Sin embargo, menos del 20% recibieron inspecciones por parte de la Sunafil. Esto se debe, en parte, a que esta institución cuenta con menos de 1,000 inspectores en el país para una fuerza laboral de 17 millones.
De no derogarse esta medida, se espera una alta incertidumbre sobre los criterios que permitirán la tercerización. En caso se prohíba la tercerización, se estima que apenas un quinto de los trabajadores bajo esta modalidad podrían pasar a las planillas de las empresas usuarias. Además, el daño sobre la competitividad y productividad de las empresas sería irreparable.