1. Me inspiran quienes lideran proyectos audaces que no se rinden frente a la burocracia y que los empujan con pasión y paciencia pese a la tramitología. Me inspira que no los melle la incredulidad de a quienes les falta visión para entenderlos cuando sus proyectos aún no son sino sueños que pueden parecer muy osados.
2. Me inspiran mucho las ideas positivas que cambian el rumbo de una reunión, de un equipo e incluso de una vida. Cuando esas ideas positivas logran romper la inercia de lo negativo –tan común en todos lados– alcanzan un poder tan movilizador que logran sobrepasar la indiferencia y la apatía corrosiva de tantos.
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3. Me inspiran las culturas empresariales donde el respeto es el valor central de la organización. Donde se respeta por igual a la gente con poder o sin poder, a los brillantes como a los que no lo son, a los antiguos y a los practicantes y también a los que deben dejar la organización.
4. Nada me inspira más que la gente solidaria y generosa. No solo sacan lo mejor de mí sino que consiguen que mi fe en la humanidad crezca. Me inspira tremendamente la gente sencilla que es tan solidaria y generosa con lo poco que tiene: ellos me hacen querer mejorar para tratar de ser en algo como ellos.
5. Me inspiran las soluciones creativas, distintas o sorprendentes a problemas que parecían no tener solución. Las personas sin agenda propia frente a los problemas son quienes casi siempre tienen estas ideas innovadoras que generan un nivel de energía contagiosa que nos inspiran y movilizan a todos a actuar.
6. Me inspiran los proyectos que buscan hacer el bien y ayudar de verdad, más aun cuando son liderados por gente bien intencionada y con el alma limpia. Esos proyectos suelen tener tanta buena vibra que uno no puede sino tratar de apoyarlos aunque sea con un granito de arena. ¡Hay muchos así, ojalá se difundieran mejor!
7. Pocas cosas me inspiran más que las familias cuyos integrantes se apoyan unos a otros para salir adelante y derrotar juntos las dificultades. Que no se dividen por dinero o envidias y que son capaces de priorizar las relaciones familiares por encima de las herencias o la expectativa de los bienes a recibir.
8. Me inspiran los equipos comprometidos que se dicen las cosas y se respetan pese a las diferencias de opinión, de formación o de paradigma. Sentir la fuerza común de un equipo bien conformado que es capaz de avanzar unido hacia una meta común –aunque esta sea muy difícil– me inspira hasta hacerme sentir casi tan invencible como ellos.
9. Me inspira la gente joven comprometida con las causas sociales. Me inspira su energía, su entusiasmo y su pasión para dar mucho por los demás con honestidad y transparencia, sin rendirse frente a quienes los miran con escepticismo, ironía o incluso desconfianza.
10. Me inspiran las parejas y los amigos que se quieren en las buenas y en las malas. Que se apoyan, que se estimulan y se motivan entre ellos para crecer y avanzar. Que son siempre leales el uno al otro pese a las tentaciones, las diferencias o a la edad, valorando ser pareja o amigos por encima de todo.
11. Me inspira la fe que tienen algunos, quienes además la comparten con naturalidad aunque no esté “de moda” hacerlo, sobre todo en el mundo del trabajo. Aquellos que confían en que su Ser Superior está siempre de su lado apoyándolos, tienen una contagiosa luz especial que inspira a mi propia fe.