María Rosa Villalobos

El último jueves por la tarde la presidenta de la Comisión de Trabajo, Sigrid Bazán, convocó a una sesión extraordinaria para el día siguiente. Desde hacía días, Bazán había estado trabajando en un predictamen, cuyo nombre hace referencia a una optimización del sistema de pensiones.

El documento no fue aprobado (8 votos a favor y 11 en contra), pero la sola convocatoria hace pensar que los reflejos de la presidenta de la comisión de Trabajo son mejores a los de Rosangella Barbarán, presidenta de la Comisión de Economía. Según parece, Barbarán ha dejado en manos del congresista Jorge Montoya, quien dirige el grupo de trabajo para el Fortalecimiento y Mejora de los Sistemas de Pensiones, la discusión alrededor de la reforma.

¿Qué proponía el proyecto discutido en la Comisión de Trabajo? La creación del Sistema Integrado Universal de Pensiones (SIUP), que buscaba sustituir al sistema actual (público y privado), a Pensión 65 y al programa Contigo. El SIUP, intangible, universal y solidario, tendría como ente rector al Ministerio de Trabajo, y recibiría no solo a los asegurados al Sistema Público de Pensiones, sino también a los afiliados del sistema privado que tengan menos de 45 años.

Según el proyecto, junto al SIUP habrían nacido también otras cuatro entidades. Entre ellas, un viceministerio de seguridad social. Con esta sola propuesta, el proyecto vulneraba el principio de separación de poderes, pues la creación de un viceministerio es potestad exclusiva del Poder Ejecutivo.

Al finalizar la votación del proyecto, que terminó mandándolo al archivo, se solicitó una reconsideración de la votación, que quedó pendiente para una siguiente reunión. ¿Qué posibilidad tiene de volverse a discutir esta iniciativa? Tendría que volver a ser presentada si la votación pendiente así lo permite.

En un abrir y cerrar de ojos, la congresista Bazán le causó, por lo menos, un sustito a la congresista Barbarán, que lejos de haberse acercado a la discusión sobre la reforma, recopila en la Comisión de Economía proyectos de ley sobre nuevos retiros, incluido uno presentado por Fuerza Popular. Aunque es importante que se haya logrado frenar el despropósito, valga este espacio para recordarle a los impulsores de la propuesta en cuestión que el Estado no está en la capacidad de gestionar un sistema de pensiones de manera eficiente. La ONP es ejemplo de ello. Y, que mujer precavida vale por dos.

María Rosa Villalobos Editora de Economía y Día 1