Michela Casassa

El capital de un banco es la suma de recursos propios que incluye aporte de accionistas, reservas y utilidades. Es un colchón de seguridad que permite hacer frente a potenciales pérdidas y operar en situaciones difíciles.

Los ratios de capital son regulados de manera estricta por los entes competentes, en el Perú, la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS). Los objetivos son garantizar estabilidad financiera y confianza del público, protección a los depositantes, mitigación del riesgo sistémico y además supervisión y control. Estas regulaciones se basan en normativas internacionales como los acuerdos de Basilea.

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Los ratios de capital miden el capital mínimo que debe tener un banco y tienen 2 componentes: el capital y los activos ponderados por riesgo (APRs). Se regulan 2 ratios principales: el Core Equity Tier 1, el capital más puro y el ratio de capital total que incluye además componentes de deuda subordinada.

Los APRs son los activos ajustados por su nivel de riesgo. Existe una distinción en el peso que se asigna a préstamos e inversiones de diverso tipo y plazo.

Algunos préstamos tienen un peso de 200% es decir que requieren 2 veces más capital que otro tipo de préstamos.

El uso y asignación de capital tiene implicancias importantes en la rentabilidad de los negocios. En el ejemplo anterior, para garantizar la misma rentabilidad entre un producto con APRs de peso 100% y 200% habría que tener el doble de utilidad ya sea por mayor tasa de interés o el equivalente en comisiones o menores gastos.

Los requerimientos de capital varían según la región. En Europa, creadora de la regulación de Basilea, los requerimientos son más conservadores que en Estados Unidos. En Latinoamérica, la gran parte de los reguladores han optado por ser conservadores para enfrentar las volatilidades constantes.

Existen además diferencias en la definición de los activos ponderados por riesgo en las diversas geografías. En Perú se ha adoptado por un enfoque conservador con un promedio de APRs entre activos arriba del 85%, muy por encima de otros países de la región.

Esto significa que los ratios de capital del sistema financiero peruano, aparte de ser bastante buenos, son inclusive mejores si normalizáramos esta diferencia.

La SBS ha implementado Basilea 3 en varias partes, la última actualización relevante se hizo en 2022, donde introdujo niveles mínimos de capital de primer nivel (CET1), incrementó los niveles de requerimiento de capital total y algunos otros ajustes. Esta implementación se está haciendo gradual hasta 2026 donde los requerimientos se vuelven más elevados, dependiendo del banco, alcanzando niveles arriba del 14% para el capital total vs el actual 10-11%. A nivel internacional ya se viene hablando de Basilea 4.

La buena noticia es que los bancos peruanos se encuentran bien capitalizados y vienen haciendo frente a los cambios de regulación sin problemas gracias, principalmente a sus utilidades. En el caso de las cajas y financieras la situación es un poco más frágil y probablemente requieran aportes de capital adicionales lo cual seguirá poniendo presión para algunas dada la coyuntura. Hay que seguir monitoreándolas de cerca.

Michela Casassa CFO de Interbank.