Inés Temple, presidenta ejecutiva de LHH - DBM Perú
Inés Temple, presidenta ejecutiva de LHH - DBM Perú
Inés Temple

“Cuando ya no estés, ¿cómo quieres que te recuerden? Si realmente pudieras escoger, ¿cuál te gustaría que fuera tu legado, aquello que dejas en beneficio de otros, de tu familia, de la organización en la que trabajas, de la sociedad. ¿Qué quedará de ti? ¿Héroe de quién quisieras ser?"

Muchas de esas preguntas nos fueron hechas la semana pasada en un encuentro de tecnología al que asistí, Abundance 360, conducido por Peter Diamandis, cofundador de Singularity University.

Normalmente, uno no esperaría que preguntas de esta naturaleza surgieran en un ámbito donde todo gira alrededor de la , la tecnología, las inversiones y los últimos avances de la ciencia en campos distintos. Pero cobran un sentido especial cuando la tesis principal es que la tecnología hace abundante lo que antes era escaso y que los avances tecnológicos tienen valor solo si son creados pensando en servir a la humanidad, o por lo menos, idealmente, a millones de personas.



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El evento buscó encender en nuestras mentes y corazones chispas de nuevas pasiones con ideas muy retadoras, y perspectivas muy de largo plazo. “Siempre sobreestimamos los cambios que se darán en dos años, y subestimamos los que se darán en los siguientes 10”, dice Bill Gates. Y derrumbar muchos paradigmas limitantes, entendiendo siempre que el recurso más valioso del mundo es y seguirá siendo la persistencia y la pasión de la mente humana.

El foco cambió de ¿qué haremos con el nuevo potencial que las máquinas y la inteligencia artificial nos darán? a ¿cómo puede eso ayudarme a cambiar el sentido de mi vida hacia uno que beneficie a muchos más?

Me quedó muy clara la urgencia de definir sin más demora qué queremos hacer con nuestras vidas, qué deseamos lograr y qué aspiramos dejar como legado para cambiar completamente –de ser necesario– el rumbo de nuestras carreras hacia uno ojalá mejor. Y esto, en beneficio no solo nuestro, sino de nuestras familias, nuestra gente y el de todos nuestros grupos de impacto.

La frase “Tus ojos solo ven, tus oídos solo escuchan lo que tu cerebro está buscando”, de Dan Sullivan, reconocido autor de innumerables ‘best-sellers’, resonó para resaltar la importancia de definir nuestro propósito en esta vida, de saber qué nos gusta, qué nos apasiona o qué problema queremos resolver, si en efecto, queremos lograr ese propósito con éxito y satisfacción. ¿Qué vas a hacer que sea de valor para ti y, sobre todo, también para otros?

Tony Robinson, el famoso autor y conferencista, sugiere buscar en nuestra alma qué queremos hacer y escribirlo en forma de verbos poderosos que describan las acciones específicas que debemos tomar. Eso nos inspira y moviliza hacia la acción. Y que repitamos nuestro propósito o legado deseado muchas veces durante el día, ya que las palabras actúan como gatillos bioquímicos en nuestro cerebro y nos dan energía emocional.

El evento acabó con esta magnífica y retadora frase de Nelson Mandela: “Que lo que elijas hacer sea reflejo de tus esperanzas, no de tus miedos”.