¿Alguna vez discutiste sobre dinero con tu pareja? ¿Y con otro miembro de tu familia? ¿Y con un amigo?
No nos gusta hablar del tema. Puede resultar incómodo o desagradable y hay quienes piensan incluso que es algo vulgar... pero a veces no es posible evitarlo (y no siempre termina bien).
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El dinero suele ser una fuente importante de tensión en las relaciones humanas.
Y no solo afecta a las parejas; es una causa habitual de distanciamientos y problemas entre familiares y amigos.
La solución a todas estas situaciones es una buena comunicación y tener una conversación honesta y abierta sobre el dinero.
¿Pero cuáles son las principales razones detrás del conflicto?
Esto es lo que se dijo en el programa Money Clinic de BBC Radio 4 (y lo que aconsejan algunos terapeutas financieros).
1. ¿ERES AHORRADOR O DERROCHADOR?
Cuando la gente discute sobre dinero, suele deberse a que tienen diferentes actitudes acerca de él.
Estas se forman en la niñez y vienen de nuestro entorno doméstico y experiencias.
Pero eso no significa que simplemente repliquemos lo que hacen nuestros padres: si el dinero siempre fue escaso, podrías convertirte en un gran gastador más adelante en la vida, ansioso por derrochar el dinero cuando sí lo tienes.
Y le damos al dinero un significado más allá de su carácter transaccional.
Para algunos de nosotros es una fuente de seguridad; para otros, libertad; hay quienes lo gastan para demostrar amor; a otros les da poder y la sensación de tener un estatus.
Así que nuestra relación con el dinero puede ser compleja y muy profunda, lo cual puede crear malentendidos y frustraciones cuando nos juntamos con alguien que tiene una idea diferente sobre el dinero.
Puede que seas cauteloso y poco propenso a arriesgarte, y que detestes ver a tu pareja malgastando su dinero con ropa nueva y salidas nocturnas; en cambio, otros pueden pensar que deberías dejar de ser tan miserable o avaricioso con tu dinero y salir a gastarlo de vez en cuando.
Cuando nuestra relación con el dinero está tan interiorizada, puede ser difícil comprender el punto de vista de la otra persona.
2. SER RICOS O POBRES
Convertir "mi dinero" y "tu dinero" en "nuestro dinero" cuando comienzas una relación puede ser engañoso.
Decidir cómo compartimos nuestros ingresos puede resultar en resentimiento.
Hacerlo al 50:50 puede que no sea percibido siempre como lo más justo, pero ¿cuál es la fórmula mágica que funcione para ambos?
Y puede que tengas que renegociarlo todo cuando haya un cambio de circunstancias, como un nuevo bebé o un despido, por ejemplo. Entonces ¿qué es lo justo?
O tal vez uno de los dos haya heredado una gran suma de dinero, ¿lo tiene que compartir?
Si tienes menos ingresos que tu pareja, se puede crear un desequilibrio de poder en tu relación. Puede que te resulte frustrante no poder hacer lo que quieres y tener que depender de otra persona.
3. LA DESCONFIANZA
"Era como su ella hubiera estado teniendo una aventura con la Visa. Estuvo viviendo esa ridícula opulencia fuera de nuestro matrimonio", le dijo James, un oyente, al programa de la BBC Money Clinic.
Él se sintió traicionado cuando descubrió que su esposa había gastado miles de dólares en una tarjeta de crédito sin contárselo.
Cuando comienzas una relación, los niveles de confianza suelen ser altos. Confías en tu pareja y crees que se preocupa por ti.
Pero si ambos tienen diferentes actitudes sobre el dinero, esa confianza puede dañarse gravemente.
De nuevo, necesitas ser honesto sobre tus hábitos de gasto y prepararte para tener una conversación franca sobre lo que el dinero —y gastarlo— significa para ti.
4. NI DEUDOR NI PRESTADOR
Cuando alguien te pide dinero, ¿qué haces?
Podría ser un amigo en una situación difícil o un familiar que necesite un préstamo para una reforma en casa o comprarse un auto nuevo.
Puede que les prestes alegremente una cantidad... ¿pero qué pasa si lo toman como un "regalo" y nunca te lo devuelven?
Tal vez sienten que lo necesitan más que tú, pero ese no era el trato.
Si estás dispuesto a prestar dinero, una comunicación clara es la clave. Establecer de antemano cuál es el trato; de esa manera evitarás malentendidos más tarde.
Consejos para hacer que tu dinero dé más de sí
- No te dejes engañar por ofertas y ventas especiales. Compra solo lo que necesites, cuando lo necesites. Recuerda siempre que un abrigo de US$100 está a mitad de precio y lo compras, no has ahorrado US$50, sino que has gastado US$50
- Evita las tentaciones. Date de baja en las suscripciones por correo que te tientan enviándote promociones especiales y artículos con descuentos.
- Controla tu presupuesto de comidas y bebidas. Compra solamente lo que vayas a consumir.
- Paga en efectivo siempre que puedas."Duele" mucho más pagar con billetes y monedas que usar una tarjeta y tiene más significado para nosotros que unos números en una pantalla.
- Compra de segunda mano. Puede salirte más barato y es mejor para el medio ambiente.
- Vende lo que ya no necesites. La ropa vieja puede ser vintage, y reciclar es parte de ser sostenible.
- Elige las marcas blancas en lugar de productos de marca.