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Una relación entre dos personas tiene determinados gastos compartidos; sin embargo, cuando se toma el gran paso de la convivencia se establece un presupuesto distinto. Ello debido a que esta nueva etapa de responsabilidades económicas debe ser asumida por ambas partes, pues solo así se afianzará la vida de pareja.
A puertas del 14 de febrero, fecha conocida como el día de San Valentín, surgen en algunos casos más preocupaciones que satisfacciones. Principalmente, por los gastos que representa esta celebración comercial, que puede incluir rosas, reservas y endeudamientos.
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Por ello, la página www.holaandy.com elaboró un listado con cinco tips para distribuir eficientemente los gastos en pareja.
1.- Elaborar presupuesto
Conversar acerca de las finanzas personales y realizar un presupuesto en conjunto puede ser vital para no derrochar en gastos innecesarios. Esto permitirá conocer el estado de la economía compartida, así como el monto de dinero disponible. Lo recomendado es que los aportes sean en partes iguales, o en todo caso, designar una cifra mayor a quien perciba un ingreso superior.
2.- Escoger qué pagar
Elegir de forma responsable ciertos gastos en común según el ingreso brinda orden a las finanzas de la pareja. Así, gastos fijos como el pago del alquiler, servicios como la luz, agua, teléfono o los gastos de alimentación serán más llevaderos.
3.- Metas en pareja
Es importante marcar cuáles son los objetivos que se tiene, tanto a nivel personal como a nivel de pareja, pues ello ayudará a trazar un plan en conjunto y asignar un presupuesto para cumplirlo. La colaboración mutua, así como definir y respetar los plazos de tiempo favorecerán el crecimiento a la par.
4.- Gastos equitativos
Los gastos individuales como estudios, ropa, calzado, movilidad u otros deberán ser delimitados en el presupuesto mensual. Para ello, se aconseja no sobrepasar lo asignado, puesto que podría impactar la economía de la pareja al borde de producir un desbalance.
5.- Fondo común
Se debe fijar un importe para el ahorro en común. Dicha cantidad reunida podría ser invertida en seguir creciendo profesionalmente o como pareja. Por ejemplo, puede ser utilizada para estudiar algún curso, maestría o diplomado, así como para cancelar la cuota inicial de una casa, un auto o un viaje.
