En abril de 1993, el gobierno de Alberto Fujimori decidió intervenir el Centro Latinoamericano de Asesoramiento Empresarial (CLAE), una firma fundada por el empresario Carlos Manrique que no tenía autorización para la intermediación financiera, pero que captaba los ahorros de miles de peruanos con la promesa mágica de otorgarles intereses de hasta 100%. En otras palabras, duplicar su dinero. Algo con lo que ningún banco podía siquiera bromear.
De acuerdo a una investigación del sociólogo Luis Pflucker Moreno, los años de brillo de CLAE fueron entre 1989 y 1992, periodo en el que la empresa de Manrique ya no suscribía decenas de contratos por depósitos, sino miles hasta llegar a concentrar cientos de millones de dólares que representó en un momento el 40% de la liquidez del sistema financiero peruano.
Se calcula que CLAE logró mover hasta más de US$640 millones sin rendir cuenta a nadie y que alrededor de 200.000 personas fueron sus clientes. Tras ser disuelta en mayo de 1994 por orden de la Corte Suprema, solo se llegó a encontrar meses después US$36 millones en sus bóvedas. Por aquel entonces pocas personas recuperaron sus ahorros. Y miles siguieron peleando por años, pero sin resultado alguno.
LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD
Sin embargo, ayer una noticia despertó esa esperanza: el presidente de la Comisión Liquidadora del CLAE, Jorge Pinto Rivero, informó que una primera lista para iniciar las devoluciones está disponible en www.claeliquidacion.com. La verificación se puede hacer con el DNI y los retiros en el Scotiabank.
► CLAE dispone de S/4 millones para hacer devoluciones, pero…
Si bien se darán montos de hasta S/500 al principio, se indicó que las cantidades irán subiendo de acuerdo a la cantidad de los ahorros que cada cliente de CLAE aportó.
Para conocer el impacto de esta información –que era difícil de creer- este Diario conversó con algunos exclaeístas.
Hay historias de personas que tuvieron que dormir con frazadas afuera de la institución para pedir su dinero, otras que entraron en depresión y no quieren a volver a oír esas siglas y algunas más a las que se les fue la vida esperando. Solo incluimos las que decidieron poner sus nombres.
TESTIMONIOS
► “En el 92 todos hablaban de CLAE en mi trabajo”. Manuel de los Heros.
Manuel de los Heros trabajaba en 1992 en Centromin y no había conversación en la que alguien no mencionara a CLAE. “Hablaban de los intereses que ganaban los que apostaban por la entidad. Yo invertí S/8.000 aproximadamente”, recuerda.
Dice que recuperó una parte muy pequeña, pero que conoció casos de amigos que perdieron demasiado dinero. “Compañeros de trabajo invirtieron allí toda su liquidación, muchos eran adultos mayores”, añade.
Con la noticia del inicio de las devoluciones, De los Heros cree que es muy tarde,. “Conocidos se suicidaron al enterarse de la noticia [de su embargo] y otros tuvieron que rogarle a las empresas para que los vuelvan a contratar”, cuenta.
► “Quería un departamento, pero perdí US$7.000 con CLAE”. Ascanio Salas.
Ascanio Salas no tiene miedo en decir que perdió US$7.000 con CLAE, una cifra bastante grande para el año 1992, fecha en la que llevó su dinero a la entidad con la promesa de grandes intereses.
“Quería comprarme un departamento e invertí en CLAE, y justo unos días que sea intervenido había metido US$3.000 más. Eso me causó muchos problemas y tardé en recuperarme”, cuenta.
Salas dice que tuvo problemas en casa que ahora recuerda con gracia. “No sé cuántas veces mi esposa puso mi maleta en la puerta de la casa por haber perdido el dinero”. Durante años mantuvo un juicio contra CLAE sin ningún avance, ahora con el anuncio de la devolución espera recuperarme aunque sea una parte de lo invertido.
► "Mi padre perdió todo y jamás lo recuperará; murió hace unos años". Margot Palomino.
Margot Palomino recuerda que su padre y madre metieron mucho dinero a CLAE. Sin embargo, su madre fue advertida en 1992 por un amigo de la familia -que tenía un alto rango militar- que algo podía pasar con la institución. Entonces, ella retiró su dinero, pero su padre no lo hizo.
"Mi padre se deprimió mucho cuando se enteró de la estafa. Nunca recuperó la plata, hace unos años falleció", dice Palomino.
Ella también recuerda que como su madre hubo un círculo pequeño de personas que supo con antelación que CLAE desaparecería y tuvo la oportunidad de retirar sus ahorros.
► "Boté los papeles que certificaban mis ahorros en CLAE". Blanca Reyna.
Blanca Reyna se animó a invertir un poco de dinero en CLAE tres años antes de la catásfrofe que se llevó consigo miles de ahorros de los peruanos. "Tenía amistades que habían ganado dinero con CLAE, por entonces se pagaban buenos intereses y como la oficina principal estaba cerca a mi trabajo, fui a averiguar".
Reyna puso al principio S/3.000 y efectivamente ganó buenos intereses. Luego metió S/.1.000 más y hasta ahora no los ha vuelto a ver. "Ya boté los papeles que tenía de CLAE, jamás creí que se iba a poder recuperar ese dinero".
Ella cree que felizmente no perdió mucho dinero, pero sí conoce el caso de amigos suyos que invirtieron dinero de su liquidación, cantidades muy grandes. "Se del caso de una persona que falleció mientras esperaba recuperar", finaliza.
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