Luego de que la inflación cerrara el 2017 en su menor nivel de los últimos siete años (1,36%), el enfriamiento de los precios continuaría durante el verano e incluso podría ubicarse debajo del rango meta del Banco Central de Reserva (BCR), proyecta el BCP.
El área de estudios económicos del banco prevé que, entre enero y marzo, el alza de precios podría ser inferior al 1%; mientras la meta de la autoridad monetaria es entre 3% y 1%.
De darse esta situación, el BCP anticipa que el banco central recortaría su tasa de referencia, actualmente en 3,25% y el sesgo expansivo de la política monetaria tomaría más fuerza, considera.
Además de la menor inflación, una reducción de las expectativas de inflación por debajo de 2% y los riesgos a la baja en la actividad económica se intensifican (por ejemplo, por ruido político o subejecución de la inversión pública), la autoridad monetaria reduciría su tasa clave.
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