En el tercer trimestre del año, la economía peruana revirtió la aceleración que mostraba desde fines del 2017. Tal como habíamos anticipado en la Unidad de Análisis Económico de este Diario, la actividad económica estuvo lejos de los estimados oficiales; creció 2,27%.
Al ver el detalle y las tendencias de los componentes del PBI –desde el punto de vista del gasto–, parece confirmarse que el fuerte repunte del segundo trimestre fue un pico coyuntural que no se repetiría.
El Banco Central de Reserva (BCR) divulgó las cifras del tercer trimestre y el primer dato saltante es que, luego de 5 trimestres de aceleración, la inversión en el país puso fin a esa racha ascendente.
Entre julio y setiembre, la inversión privada apenas creció 1,4%, que es su resultado más débil desde el segundo trimestre del año pasado. La realidad es similar para la inversión pública, que se contrajo 1,6%. Ambas variables habían crecido 5,5% en el tercer trimestre del 2017; lo que revela su incidencia en el enfriamiento.
El otro factor que ha lastrado el crecimiento es el cada vez más débil sector exportador, que tuvo una caída en el tercer trimestre y fue su primer resultado en rojo luego de tres años y medio. Esto sugiere que las tensiones comerciales entre EE.UU. y China están teniendo impacto sobre el Perú, así como en otros países.
SALVAVIDAS
Los datos trimestrales dan una foto en la que la inversión y exportaciones frenan la actividad, mientras el consumo privado es el único componente que no está perdiendo dinamismo.
En este punto es importante resaltar un detalle. Medir el gasto de los agentes económicos no necesariamente implica que todo lo consumido fue producido en ese mismo período. Por este motivo, la medición del PBI por el lado del gasto incluye lo que se denomina variación de inventarios; es decir, stocks de bienes que fueron producidos anteriormente, pero no fueron vendidos.
Solo en el tercer trimestre las empresas redujeron inventarios valorizados en S/1.407 millones (de hoy). Si se calcula el PBI sin considerar el cambio en inventarios, el crecimiento no resulta 2,27%, sino 1,73%.
Más aun, en términos anualizados, si el año hubiera acabado en setiembre, la economía habría terminado con un crecimiento de 3,3%. Sin embargo, ajustando por inventarios, la producción nacional realmente habría crecido apenas 2,5%.
La tendencia de los componentes del gasto en la economía peruana está en retroceso. En términos anualizados, las exportaciones crecen 1,7%, inversión pública lo hace en 2,7% y la inversión privada se ha ralentizado a 4,5%. Solo el consumo privado ha podido acelerar, aunque en una décima. Con este panorama, cada vez se ve más difícil crecer cerca de 4% este año, como prevén los estimados oficiales.