El mercado de cirugías plásticas crecerá 10% al cierre del 2014

Ya sea por vanidad o por el deseo de mejorar su empleabilidad, cada vez más peruanos se atreven a hacerse cirugías plásticas. Y para ello no escatiman gastos. Clover Cercedo, gerente general de la clínica Morillas, explica que ahora se destina US$4.100 a este tipo de procedimientos, 14% más que el ticket manejado el año pasado.

Si bien parte de este crecimiento se debe a que cada vez hay más personas que se operan, también entra otra variable: los precios en el mercado son elevados. Otto Cedrón, cirujano de la clínica que lleva su nombre, comenta que en el Perú los costos de las cirugías plásticas son tan elevados como los de Brasil o Colombia. 

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Así, entre los médicos ‘top’ del medio, una rinoplastía puede valer, por ejemplo, entre US$2.000 y US$2.500, mientras que una operación de párpados puede estar entre US$600 y US$800 cada uno.

Pero este avance del ticket se ha experimentado en un año difícil para el mercado. Al ser una industria sensible al movimiento de la economía, la desaceleración retrajo el número de pacientes. Cedrón menciona que en abril se comenzó a percibir el freno. Desde ese mes hasta julio su clientela cayó a la mitad.

Clover Cercedo calcula que este año las ventas del sector crecerán un 10%. Cabe señalar que entre el 2010 y 2013, el mercado venía avanzando a tasas del 13%.

EL PÉRFIL DEL PACIENTE
En el 2012, un estudio de Arellano Marketing revelaba que quienes se practicaban cirugías plásticas no eran necesariamente mujeres de los estratos altos de la sociedad. Las cirugías eran demandadas fuera de Lima moderna y no solo por mujeres. Dos años después este panorama no ha cambiado.

En este tiempo se viene acortando la brecha en la demanda de los hombres y las mujeres. La competitividad laboral está llevando a más varones a operarse –sobre todo párpados– para aparentar ser más jóvenes. Es más, ya se está viendo la entrada de hombres de 17 años al mundo de las cirugías con las rinoplastías.

Por otro lado, César Morillas, cirujano de la clínica Morillas, señala que no solo hay una fuerte demanda en provincias y en las periferias de Lima (sobre todo de la parte norte), sino que los pobladores de estas zonas son los que más gastan. En el caso de las primeras esto sucede porque aprovechan la visita para hacerse varios ‘arreglos’, mientras que en el segundo grupo es porque no regatean los precios, cosa que sí ocurre con mujeres de Lima moderna.

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