(Foto: El Comercio)
Venezolanos en Perú
Daniel Macera

A julio del 2018, los  son aproximadamente 368.000, según informó la . La revelación de esta cifra ha despertado múltiples comentarios publicados por usuarios de Internet y redes sociales que apuntan a que esto podría traer impactos negativos en la economía nacional.

La mayoría de migrantes venezolanos lo hace por razones económicas y falta de trabajo, según una investigación difundida por la oficina en Lima de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).

Asimismo, cabe tener en cuenta que de los migrantes en cuestión, el 50% tiene título profesional, maestrías o doctorados en diferentes disciplinas. La otra mitad de venezolanos en el Perú está compuesta por estudiantes universitarios aún no graduados, egresados de carreras técnicas, emprendedores y menores de edad, detalló la Superintendencia de Migraciones.

CORRELACIÓN ENTRE POBREZA Y MIGRACIÓN

En base a cifras del INEI, si todos los venezolanos que residen en el Perú encontraran de pronto un trabajo -formal o informal-, estos pasarían a representar el 2,1% de la Población Económicamente Activa en el Perú (PEA), que actualmente supera las 17 millones de personas. 

A modo de comparación, según datos del Proyecto Global de la Diáspora Venezolana a cargo del sociólogo Tomás Paez, al cierre de 2017 se estimaba que los venezolanos en Colombia eran 550.000 (2,2% de la PEA ocupada) y 164.866 en Chile (2%), cifras similares a las que Perú mostró a julio.

A julio del 2018, 60 mil de ellos contaban Permiso Temporal de Permanencia, un documento que les permite trabajar y tributar con todos los derechos laborales.

Es decir, de manera formal, los venezolanos que legalmente pueden laborar en el Perú representan 0,34% de la PEA, lo que incluye también puestos de trabajo informales. 

Con respecto al impacto que pueda tener en la economía nacional y en el aumento de la pobreza, hace tres meses Carlos Oliva, en ese entonces director de la maestría en gestión pública de la Universidad del Pacífico y ahora ministro de Economía, afirmó a este Diario que no existía una causalidad entre la migración venezolana y los supuestos efectos.

"No veo una causalidad con las cifras del estudio de pobreza. Eventualmente podría tener efectos, pero solo en la medida que existan impactos significativos en los empleos. Por ahora no lo veo por ahí", aseguró.

En coincidencia, Hugo Perea, en ese momento economista principal del BBVA Research y ahora viceministro de Economía, afirmó que la fracción minoritaria de la fuerza laboral de migrantes generalmente desempeña trabajos en el ámbito del subempleo, es decir, "no quitan trabajos de calidad, sino que realizan trabajos que los peruanos no desean hacer", sostiene.

Oliva agregó, además, que es necesario revisar las cifras de pobreza de acuerdo a departamentos. "Seguramente sigue aumentando la pobreza en la sierra o selva, donde no hay mayor presencia de venezolanos, ¿qué explicación damos para esos casos?", cuestionó.

Por su lado, ayer el superintendente de Migraciones, Eduardo Sevilla, señaló que no solo Perú, sino distintos países de la región que han cobijado a los venezolanos, están en la búsqueda de talentos para el desarrollo de sus respectivas economías. 

“La historia nos ha demostrado que el migrante ha contribuido, contribuye y seguirá contribuyendo al desarrollo del país que los acoge. Para ello, primero tiene que existir una norma ágil, dinámica y realista que le brinde las facilidades para regularizarse”, concluyó.

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