Bloomberg.- Una unidad de Odebrecht, la compañía constructora cuyo máximo responsable ejecutivo fue detenido en junio como parte de un arrollador escándalo por corrupción en Brasil, dijo que los US$4.100 millones de financiamiento para un proyecto clave en América Latina fueron postergados como mínimo cuatro meses.
Los comités de crédito correspondientes a un grupo de 20 bancos que proveen el préstamo sindicado todavía no han firmado el acuerdo para financiar una tubería de gas natural en Perú, dijo Marko Harasic, director financiero de Gasoducto Sur Peruano, una alianza de propósito especial conocida como GSP que es controlada por Odebrecht y que está a cargo del proyecto. Ahora espera, dijo, que el paquete crediticio, cuya firma se esperaba anteriormente para julio, sea firmado a fines de diciembre. En abril, el gasoducto sur peruano afronta el vencimiento de un crédito puente por US$600 millones.
Los bancos decidieron aplazar la aprobación final luego del arresto en junio de Marcelo Odebrecht, que era el máximo responsable ejecutivo del holding en ese momento, a raíz de las acusaciones de los fiscales federales brasileños de que participó en un cartel de constructores que pagaron coimas para obtener contratos con el gigante petrolero estatal de Brasil, Petroleo Brasileiro SA. Él niega haber cometido delito alguno.
ESCÁNDALO POR SOBORNOS
“Nuestra tarea es delimitar el ámbito de aplicación del proyecto en Perú y presentar un paquete de informes sobre cumplimiento de la normativa para tranquilizar a los bancos”, dijo Harasic. La delimitación del ámbito de aplicación (“ring-fencing” en inglés) es el término financiero para indicar que se separan los activos con el fin de protegerlos de reclamos contra la sociedad matriz, así como también de restricciones y leyes en el país natal. “Ya hemos comenzado con eso”.
La demora constituye un ejemplo más de que el escándalo por corrupción más grande en la historia de Brasil está teniendo repercusiones más allá de sus fronteras. La investigación cada vez mayor sobre el plan de “pagar para jugar” estranguló las líneas de crédito para proyectos de infraestructura, contribuyendo a hacer caer a Brasil en una recesión que según los pronósticos será la peor en un cuarto de siglo. El presidente peruano, Ollanta Humala, ha dicho que el gasoducto es necesario para reforzar la provisión de energía y ayudar a reactivar la economía del país dependiente de la minería luego del derrumbe en los precios de los metales.
Las preocupaciones de los bancos aumentaron después de que otra unidad de Odebrecht contrató a un asesor para reestructurar deuda, planteando dudas en cuanto a si los bonistas podían presentar reclamos sobre activos y flujos de caja de otra subsidiaria sirviéndose de las llamadas cláusulas de incumplimiento cruzado, según dos personas con conocimiento directo del tema.
Odebrecht Oleo Gas SA contrató a PJT Partners Inc. para que preste su asesoramiento acerca de una reestructuración de los bonos de uno de sus proyectos, dijeron las personas, que pidieron no ser nombradas hablando sobre una cuestión privada. Otra unidad, el productor de azúcar y etanol Odebrecht Agroindustrial, contrató a Rothschild Co. y Virtus BR Partners Assessoria Corporativa SA para extender el vencimiento de su deuda, dijeron las personas.