El nuevo régimen laboral juvenil es un esquema voluntario y alternativo a la existente legislación que encarece la contratación, y debería generar al sector empresarial mayores incentivos para demandar empleo formal para los jóvenes, informó ProFuturo AFP.
"Este régimen significa menores beneficios para el joven que entra a laborar. No necesariamente es una medida popular, sino difícil pero valiente y que debería contribuir a un incremento del empleo formal", dijo a El Comercio Pedro Grados Smith, gerente general de ProFuturo AFP.
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Agregó que indudablemente no es agradable empezar con 15 días de vacaciones en vez de 30 días, no tener Compensación por Tiempo de Servicios (CTS), "pero si vamos a estudiar la estructura laboral, según un documento del BID el Perú es uno de los países más caros en sobrecostos laborales y eso genera informalidad".
En su opinión, la importancia del régimen laboral juvenil estriba "pretender abaratar los costos para la empresa, de forma tal que demande más trabajadores y así contribuir con la formalización de la economía que es uno de los grandes retos que tenemos como país".
A modo de ilustrar el nivel de informalidad laboral, indicó que en el Perú hay 5,5 millones de afiliados a las AFP, de los cuales 2,5 millones son contribuyentes (aportantes efectivos), el resto son personas que entran y salen de la actividad laboral formal, lo que perjudica una aportación regular su fondo de pensiones.
"Acá la idea es cómo generamos un canal más amplio para el ingreso de jóvenes a la actividad formal", afirmó.
Finalmente, confía en que este régimen sea bien implementado por el sector privado, y que aquel joven que no consiga entrar al régimen laboral existente, tenga este nuevo esquema como una segunda alternativa.
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Estas son las cinco críticas contra el régimen laboral juvenil que la propia ley desmorona ►http://t.co/yBeyOF4HG1 pic.twitter.com/qTt05KxVYS
— Portafolio EC (@PortafolioECpe) diciembre 18, 2014
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