El 16 de setiembre el equipo de Global Research de Scotiabank Global publicó el informe Latam Charts: Steady as She Goes, donde se especificaba que las economías de Latinoamérica continúan recuperándose después de la aguda caída de la actividad económica a inicios de la pandemia. Este rebote debería ayudar a los países de la región a sanear sus cuentas fiscales, deterioradas en los últimos dos años, por la necesidad de compensar el impacto de meses de confinamiento y restricciones de movilidad con gasto fiscal y alivio tributario.
El informe también afirma que el papel de la política fiscal en la región debe ser el de equilibrar adecuadamente el apoyo a las personas afectadas por la pandemia, pero al mismo tiempo mantener la confianza de inversionistas y empresas, esto con el propósito de preservar o poder expandir el espacio fiscal.
Situación Latam
El informe refiere las expectativas del FMI, señalando que la proyección es hacia el incremento de la deuda neta en la región, especialmente en gran parte de los países de América Latina. Sin embargo, este mayor peso de deuda no significaría un riesgo para la sostenibilidad en el entorno actual, ya que las tasas de interés siguen en niveles relativamente bajas. Además, con la inflación por encima de las tasas de interés reales, se espera que los pagos de intereses, también en términos reales, se mantengan ‘flat’ o declinen levemente en el mediano plazo.
A pesar de la deuda externa, los balances de cuenta corriente y de que las reservas totales de los países no están señalando alarmas, los gobiernos de Latam tendrán que focalizar esfuerzos en abordar el problema en sus balances fiscales, así como reconfirmar su compromiso con la sostenibilidad fiscal.
Un ejemplo reciente ha sido la nueva Ley de reformas fiscales promulgada en Colombia. El ingreso fiscal adicional se estima en 1,2% del PBI (US$ 4.000 millones) a largo plazo que estará concentrado en una gran proporción de empresas, con un incremento a 35% en la tarifa general del impuesto a la renta, anteriormente, 31% previsto para 2022.
Asimismo, la ley contempla un incremento de 3 puntos para entidades del sector financiero entre 2022 y 2025. Además, se estableció un límite de endeudamiento de 71% del PBI y un ancla de largo plazo del 55% del mismo. Esta iniciativa traza un camino hacia cuentas fiscales más sostenibles, aunque en un par de años se necesitará una nueva reforma fiscal dado que la Ley actual representa solo los 2/3 del ajuste total requerido.
Política fiscal después de la pandemia
El mapa de calor elaborado en el informe, revela una considerable dispersión en la región. México tiene el conjunto de reglas fiscales más completo que cubre el saldo presupuestario, los niveles de deuda, y los objetivos de reducción de deuda, así como gastos e ingresos. Por otro lado, Argentina solo tiene un compromiso político. Otros países de la región se distribuyen en estos dos polos con regímenes de reglas fiscales de diferente alcance y fundamentos institucionales.
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