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RAÚL MENDOZA CÁNEPA @rmendozacanepa
Su eje fue el gran viaje interior desde la luz de la conciencia hacia el tenebroso mar de monstruos del inconsciente. Este es el más recóndito y asombroso de los parajes íntimos. Desentrañarlo resulta perturbador, pero esencialmente liberador y es el paso fundamental de cualquier terapia.
La interpelación se basa en la interpretación de las palabras y las acciones de los pacientes, donde resultan claves las asociaciones libres. El psicoterapeuta guía al paciente hacia el descubrimiento de las circunstancias que le generan sufrimiento.
Una de las mayores críticas que se le hacen a Freud es la cuestión científica de esta inmersión. Una de las más severas provino de Karl Popper, que entendió el psicoanálisis como una pseudociencia.
Sin embargo, Freud revolucionó el pensamiento sobre el hombre. Planteó las grandes interrogantes que orientan las más intrincadas y persistentes de nuestras búsquedas individuales: aquellas que atañen a nosotros mismos.
