Karem Lamas es Baltej Kaur Khalsa, la única peruana certificada en el nivel más alto por el Kundalini Research Institute (KRI) de Estados Unidos. Una mujer que hizo todo un recorrido para llegar hasta esta tecnología que, asegura, la sanó de una enfermedad compleja. Hoy, además de dedicarse a administrar sus empresas, enseña cursos de formación en su Escuela PREM, lleva yoga a hospitales y ayuda a poblaciones vulnerables. Es una agradecida de estar en contacto con el ser humano.
Karem Lamas es Baltej Kaur Khalsa, la única peruana certificada en el nivel más alto por el Kundalini Research Institute (KRI) de Estados Unidos. Una mujer que hizo todo un recorrido para llegar hasta esta tecnología que, asegura, la sanó de una enfermedad compleja. Hoy, además de dedicarse a administrar sus empresas, enseña cursos de formación en su Escuela PREM, lleva yoga a hospitales y ayuda a poblaciones vulnerables. Es una agradecida de estar en contacto con el ser humano.
Gonzalo Galarza

La búsqueda de Baltej Kaur Khalsa la ha llevado por una serie de prácticas a lo largo de su vida. Pero fue con el Kundalini Yoga que obtuvo las herramientas para sanarse y encontrar armonía. Antes del Kundalini, antes que adoptara ese nombre espiritual, Karem Lamas, como fue registrada al nacer, había sido de la Orden Rosacruz al igual que su madre Luzmila. Después hizo Reiki, leyó cartas e hizo muchas cosas, incluido Hatha Yoga durante 9 años. “A mí me curó el Kundalini Yoga. Me sanó desde una manera muy energética y espiritual”, dice la directora de la escuela PREM.

Baltej nació con muchos trastornos de piel, con un problema que los médicos, 20 años atrás, empezaron a estudiar y hacer pruebas: descartaron lupus y cáncer en Alemania, en la Clínica San Felipe y en el Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Hasta que dieron con lo que tenía: Psoriasis.

Con el Hatha Yoga empezó a manejar mejor ciertos episodios de dolor físico. Con el Kundalini Yoga, el proceso de sanación, dice, fue muy rápido. El kundalini, explica Baltej, es una tecnología: a través de las asanas (posturas), pranayamas (respiración), mudras (posición de las manos) y mantras (sonidos) trabajas el ser en su totalidad para alcanzar su más alta conciencia e integrar mente, cuerpo y alma.

“Se trabaja mucha compasión contigo mismo. Y vas aceptando muchas cosas que la vida te da y vas sanando. Cuando dije: Ya está, es Psoriasis, acepta lo que te ha tocado vivir y vamos para adelante, empecé a mejorar y curarme”, dice esta mujer de 49 años, la única peruana certificada como Maestra Nivel 3, el más alto otorgado por el Kundalini Research Institute (KRI) de Estados Unidos.

Imagen referencial. (Foto: Pixabay)
Imagen referencial. (Foto: Pixabay)

Enseñar y ayudar

En agradecimiento a las enseñanzas recibidas y a la vida que le permitió tener el Kundalini Yoga, cuenta, es que abrió PREM hace 10 años para llevar esta práctica a más personas. “He tenido alumnas con distintas enfermedades, como Fibromialgia, cosas medias complejas también, y que ahora están súper bien”, comparte la directora de la escuela certificada por el KRI y cuyo nombre significa Amor Incondicional. También ha sido nombrada nuevamente Directora de Mujer de Luz, que lleva la práctica de yoga a hospitales y penales. Y, desde hace 10 años, dirige Langar Perú, que lleva donaciones a los más necesitados.

“Formar espacios de ayuda y contención hacia un montón de poblaciones vulnerables me permite contactarme con el ser humano, que es algo maravilloso. Si lo apreciamos de corazón, te llena. Y el universo me gratifica con tanto. Soy una mujer muy bendecida. Tengo prosperidad, hijos saludables, padres con vida, familia más allá de lo consanguíneo, amor por tantos lados y bendiciones que recibo diariamente. ¡Cómo no ayudar si el universo me da todas las herramientas para hacerlo!”, exclama Baltej Kaur Khalsa, nombre que quiere decir: la princesa de Dios que con la fuerza de la luz del alma puede atravesar cualquier desafío de la vida.

Su otra apuesta a través del yoga es empoderar a las mujeres, que suele ser la mayoría de su alumnado. “Con el Kundalini Yoga reconoces todo tu ser, tomas conciencias, aceptas y ves tu belleza, y te amas a ti mismo, sin avasallar a nadie. Aprendes a tener una relación con las personas desde una perspectiva más amplia. No soy víctima ni victimaria. Soy una mujer completa en todo mi ser. Hay una relación y sincronía con todo ser humano en todo nivel”, explica.

La esencia de uno, dice, es de luz y oscuridad. Con la práctica del Kundalini, uno la encuentra y, sobre todo, la abraza. Desde PREM se encarga de brindar esa práctica bajo distintos cursos y formaciones. Justo este mes, el 21 de noviembre, empieza la Formación de Maestros de Kundalini Yoga Nivel 1 certificado internacionalmente por el KRI, tal como lo enseñó el Maestro Yogi Bhajan. Un curso que, al concluirlo, permite enseñar en más de 80 países.

La formación

Los alumnos suelen ser ingenieros, abogadas, profesores, comerciantes, amas de casa, artistas. Es decir, personas con empleos, que sostienen hogares, que quieren profundizar en su práctica de yoga. “En el Nivel 1 trabajas kriyas, que son grupos de asanas o posturas donde abordas diferentes cosas: el sistema nervioso, el endócrino, las emociones, los miedos, los órganos como el hígado y los riñones. También lo vemos por medio de la meditación”, ilustra Baltej. Dentro de los módulos se estudian materias como Anatomía Occidental y Anatomía Yóguica, entre otras.

Para esta formación vienen maestros de México (Gurudev Singh, quien fue alumno directo de Yogi Bhajan en los 70s), Chile (Guru Darshan Singh, Sat Jiwan Singh y Sada Anand Singh) y Argentina (Gurbani Kaur Khalsa). Kundalini Yoga, ha dicho Gurudev Singh, es una cienca maravillosa que ayuda a encontrar esa fuerza interna que necesitamos para enfrentar los desafíos de la vida moderna. La Formación de Maestros es un curso profundo y sanador: “Transforma de adentro hacia afuera todas nuestras vidas”.

Baltej no vive del Yoga. Es administradora de profesión, maneja empresas de otros rubros e inspira a que el yoga sea parte de la vida de cualquier familia, a que sea una herramienta para encontrar su propia realidad y felicidad. “Yoga significa unión. Estén donde estén, sea la experiencia que les toque, que se sientan tranquilos”, dice.

Ya lo decía el Maestro Yogi Bhajan: “Ser un Maestro de Kundalini Yoga va más allá de solo enseñar ejercicios y posturas. Ser un Maestro implica descubrir y pulir todas las facetas de tu ser, para que tus talentos y tu excelencia puedan brillar y estar al servicio de los demás”. Y esa lección la aprendió bien Baltej, quien lleva luz para construir espacios de armonía. Para transformar personas. Para sanar.

DATO

Charlas: Introducción al Kundalini Yoga y Beneficios de la Formación de Maestros Nivel 1

Día y hora: Vie. 8 y Mié. 13, a las 8 p.m.

Lugar: Av. De los Precursores 495, dpto. 301, Surco (Altura del Puente Primavera).

Ingreso: libre.

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