Nadine Gordimer, la escritora y su causa

Premio Nobel de Literatura, Nadine Gordimer, fallece a los 90 años. Fue una de las voces más potentes contra el Apartheid.

Corría el año 1933 y la niña sudafricana Nadine Gordimer, se sobrecogía al saber que pertenecía al grupo del blanco opresor. Lo supo más precisamente aquella vez que la Policía invadió abruptamente su casa para buscar alcohol en la habitación de la criada negra. Los segregados estaban impedidos de beber alcohol. Lo que socavó y marcó para siempre el alma de la niña fue que esa noche sus padres facilitaran la injusticia. Desde entonces anidaría en ella una causa que habría de llevarla por la pluma y el discurso a una decidida guerra contra el Apartheid. Por su actitud de resistencia, el régimen segregacionista censuraría algunos de sus libros.

Gordimer decía que no decidió ser escritora, que sencillamente se nace con un impulso natural que no se aprende en las escuelas. “Solo hay un camino: leer, leer, leer, leer para que se despierte el don de la escritura”. Y tempranamente leyó tanto que a los 9 años trazó algunos relatos. “Si mi piel hubiera sido oscura no habría podido ser escritora”, decía. En otros términos: no hubiera podido leer.

A los 15 publicó su primer cuento en la revista “Forum” y a los 26 llevaría a imprenta su primer libro: “Face to face”. Cuando recibió el Nobel, Gordimer había escrito 10 novelas en 38 años y más de 200 cuentos. Pero la literatura fue, a la vez que obra prolija de la palabra, una herramienta de sus más antiguos principios. La Real Academia Sueca reconocería que los dramas humanos de Gordimer son "de gran beneficio para la humanidad". Para la Nobel sudafricana,  “el escritor no resuelve los problemas pero tiene una posibilidad de hacerlo, si no da la espalda a su realidad social”.

La de Gordimer es una literatura que se enhebraba con los problemas más complejos de su país, pero no fue una literatura política. Aunque la política bullía en interior: “Está en mis huesos, mi sangre, mi cuerpo”.